Janet Yellen y Ben Bernanke, ambos expresidentes hicieron juntos un llamado al banco central para que intervenga con más fuerza en la lucha por detener la epidemia de coronavirus. Dicen que la institución podría tener que comenzar a comprar bonos corporativos.
Aunque algunas de las acciones tomadas por los bancos centrales – baja de tasas y compra de bonos de la tesorería, por ejemplo, — se ven superficialmente como las que siguieron a la crisis financiera del 2008, esta vez, “los desafíos son bien diferentes”.
“En aquel entonces, el cuasi colapso del sistema financiero congeló el crédito y el gasto; la meta de la política monetaria era volver a arrancar ambas cosas. Ahora, el problema no se origina en los mercados financieros: ellos solamente están reflejando preocupaciones sobre el posible daño que cause la pandemia de coronavirus, sobre la que por supuesto no tiene influencia”.
¿Cuáles son los nuevos objetivos, entonces, si la producción y el gasto van a declinar mientras la gente se queda en casa? Estabilizar los mercados es una cosa pero la Fed y otros bancos centrales del mundo deben intentar que el daño económico no dure mucho. “Es importante asegurar que haya crédito disponible para quienes afrontan un periodo de bajos ingresos. El objetivo principal de la Reserva Federal es asegurar que haya crédito disponible”.
Junto con otras medidas, Yellen y Bernanke recomiendan: “la Fed podría pedir al Congreso que le otorgue autoridad para comprar cantidades limitadas de deuda corporativa. Muchos bancos centrales ya tienen ese poder y el Banco Central Europeo lo usa regularmente. La intervención de la FED podría ayudar a reiniciar esa parte del mercado de deuda corporativa, que está notoriamente presionado”.
