Londres y su poder invisible carcome la economía inglesa

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“Cuando las finanzas hablan de política, su vocero es el alcalde de la City, Nicholas Anstee. Él debe tratar con dirigentes que culpan a banqueros, intermediarios y especuladores por unos US$ 1,2 billones en rescates a costa del contribuyente”.

<p>El tema sale de hibernaci&oacute;n, ahora, porque hay elecciones locales en junio y los votantes &ndash;laboristas, conservadores, liberales- cuestionan la dadivosidad del gobierno hacia bancos y firmas de valores. Arrinconado, Anstee sostuvo este fin de semana que &ldquo;pol&iacute;ticos y p&uacute;blico simplemente no entienden hasta d&oacute;nde es clave el papel de los servicios financieros para su propio bienestar&rdquo;. <br />
Ni quienes apuestan plata ajena en Wall Street llegan a tanto en la defensa de un negocio que sumergi&oacute; los mercados occidentales en la peor crisis desde los a&ntilde;os 30. No es casual que la sede del municipio sea la &ldquo;Mansi&oacute;n&rdquo; y haya estado 252 a&ntilde;os frente al Banco de Inglaterra, campe&oacute;n de la ortodoxia financiera. <br />
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Igual que el presidente de la entidad, Mervyn King, el alcalde Anstee censura a pol&iacute;ticos, parlamentarios y medios &ldquo;por instalar en la cabeza de los contribuyentes peligrosas ideas negativas sobre la City y sus actores&rdquo;. Lo malo es que cada d&iacute;a m&aacute;s economistas anglosajones las adoptan.<br />
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En verdad, la City ha estado apoyando una absoluta libertad financiera contra los pol&iacute;ticos y hasta pensadores como David Ricardo, John Stuart Mill, Alfred Marshall o John Maynard Keynes. Los lejanos antepasados de la bolsa decapitaron a Carlos I y le entregaron el poder absoluto de una ef&iacute;mera rep&uacute;blica a Oliver Cromwell. Era un cl&aacute;sico puritano, como sus primos escoceses y, por ende, defensor de los banqueros.<br />
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En la actualidad, Anstee &ldquo;encarna un poder invisible &ndash;se&ntilde;ala el universitario Maurice Glasman- que la mayor&iacute;a de los brit&aacute;nicos no conoce&rdquo;. Este experto hace campa&ntilde;a para fusionar el gobierno central de la City (data de 1189) con la autoridad metropolitana del gran Londres. Gobernada por Boris Johnson desde 2000, representa 7.500.000 ciudadanos, en tanto el &ldquo;lord mayor&rdquo; (alcalde de primer voto) s&oacute;lo tiene s&uacute;bditos. <br />
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&ldquo;Los recientes rescates &ndash;explica Glasman a Bloomberg- tornaron visibles a sus beneficiarios, en forma inquietante. Hasta entonces, un n&uacute;cleo invisible, la City, ocultaba transacciones y ganancias invisibles, amparadas por los bur&oacute;cratas del banco de Inglaterra&rdquo;.<br />
Hay aqu&iacute; un juego de palabras. Durante siglos llamados &ldquo;invisibles&rdquo; en los balances (no s&oacute;lo en Gran Breta&ntilde;a), son rubros intangibles. Por ejemplo, seguros, deuda titulizada, utilidades y p&eacute;rdidas que no pueden &ldquo;verse&rdquo; como es normal en el sector secundario de la econom&iacute;a y los servicios reales. En 1968, buscando un imposible, el BdeI cre&oacute; el comit&eacute; para exportaciones invisibles, luego &ldquo;invisibles nacionales&rdquo; (sic) y, finalmente, &ldquo;servicios financieros internacionales&rdquo;.</p>
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