El balance comercial fue superavitario en US$ 1.537 millones en julio, superando las expectativas de mercado (US$ 1.200 millones) y mejorando levemente frente a julio 2020 (+4%), tras dos meses de desmejoras.
En los primeros siete meses del año, el superávit comercial totalizó US$ 8.310 millones. Si bien menor al acumulado a esta altura de 2020 (US$ 9.794 M, -15,2%), cabe destacar que tiene lugar frente a un incremento de casi 40% i.a. en el flujo comercial (exportaciones + importaciones), variable que ya se ubica 15% por encima del lapso enero-julio de 2019.
Las exportaciones en julio ascendieron a US$ 7.252 millones, exponiendo una suba del 47,1% i.a. y un incremento del +1,7% mensual (sin estacionalidad). De esta forma, mejoran por séptimo mes consecutivo y llegan al mejor registro mensual desde junio de 2013. Mostraron crecimientos en todos los rubros, traccionados principalmente por los precios (+33% i.a.), mientras que las cantidades (+9% i.a.) se expandieron menos.
Entre enero y julio, las exportaciones suman US$ 42.625 millones (+31,2% i.a.), siendo las mayores para el periodo desde 2013 (+24% los precios y +6% las cantidades).
Las ventas a Brasil, principal socio comercial (14% de las exportaciones en 2021), sumaron US$ 946 millones en julio (+70,5% i.a.), impulsadas principalmente por las ventas de MOI (+85,3%).
Las importaciones sumaron US$ 5.715 millones (+65,6% i.a.), manteniéndose en niveles elevados (+51,2% vs julio 2019) pese a mostrar cierta moderación frente al salto que habían experimentado en junio (-2,7% mensual sin estacionalidad). Así, acumulan nueve meses de alzas interanuales. La suba sigue explicándose en mayor medida por mayores volúmenes (35,1% i.a.), mientras que los precios suben 22,6% i.a.
Entre enero y julio, las importaciones acumulan US$ 34.315 millones (+51,2% i.a.), siendo impulsadas mayormente por mayores cantidades (+36 i.a.%) que por precios más elevados (+11% i.a.).
Con estos datos, el intercambio comercial (exportaciones + importaciones) sumó US$ 12.967 millones en julio (+54,7% i.a.), marcando un fuerte repunte respecto a la pre-pandemia (+20,5%). En los primeros siete meses del año, el flujo sumó US$ 76.940 millones (+39,4% i.a.), siendo el mayor desde 2014.
Los mejores términos de intercambio aportaron una ganancia neta de US$ 477 millones en julio y US$ 4.041 millones en lo que va del año.
Para lo que resta del año, se prevé que las exportaciones se mantengan en niveles elevados. Por un lado, no se ha revertido completamente la suba en los precios de las commodities, permitiendo que las ventas de MOA sostengan sus niveles, aunque en menor medida a los meses recientes dado que se diluye el efecto de liquidación de la cosecha gruesa y se sienten los efectos de la bajante histórica del Paraná.
En segundo término, la recuperación de la economía de Brasil, nuestro principal socio comercial, continuará traccionando la demanda de MOI.
Asimismo, el esperado rebote de la actividad económica local de la mano de los avances en la vacunación, las menores restricciones y la baja en los casos favorecerá un mayor flujo de importaciones.Establecer imagen destacada
Adicionalmente, una brecha cambiaria más elevada que la vigente en la primera parte del año junto a mayores expectativas de devaluación podría alentar un adelantamiento de las compras al exterior. En caso de que la pérdida de reservas y la mayor inestabilidad cambiaria conduzca a mayores restricciones a las importaciones, las operaciones podrían verse obstaculizadas. En suma, el mayor crecimiento de las compras por sobre las ventas que se observa sistemáticamente desde septiembre de 2020 seguirá vigente.
De este modo, aunque el saldo comercial del segundo semestre será algo menor al de la primera parte del año, el superávit se ubicaría levemente por encima de los US$ 13.000 millones.
Dentro de las ventas de MOA encontramos a los subproductos de la cosecha gruesa de la campaña agrícola, que siguieron vendiéndose a precios internacionales muy favorables. Sin embargo, también hubo un incremento de las ventas industriales, traccionadas por la recuperación de la manufactura doméstica y brasileña.
De esta manera, observamos que tanto las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) como de Origen Industrial (MOI) crecieron en valores 30% y 79% i.a., respectivamente en julio. Pero, mientras que el avance de las primeras estuvo vinculado fundamentalmente a un aumento de los precios (+35% i.a.), la suba de las ventas industriales fue explicada mayormente por el lado de las cantidades (+45%). En las MOA se destacó el fuerte incremento en residuos y desperdicios de la industria alimenticia (+47%) y grasas y aceites (+42%), frente a una caída en las exportaciones de carnes (-11%), que siguen afectadas por el virtual cierre de exportaciones iniciado en mayo.
