Desde mañana sábado, y con el permiso de los clientes, los bancos podrán abrir archivos con datos de gastos recolectados a lo largo de muchos años y compartir el acceso con otros proveedores de servicios financieros. Estos terceros pueden ser desde grupos tecnológicos hasta comerciantes minoristas.
Esto recibe el nombre de Open Banking, o Banca Abierta, y se propone introducir más competencia en el mercado. La idea es que al compartir los datos de los usuarios con proveedores financieros. Podrán tener una mejor comprensión de los hábitos de gastos y podrán brindar un servicio más personalizado.
En consecuencia, las empresas quedarían en condiciones de ofrecer productos más novedosos y competitivos, como hipotecas, sobregiros, seguros y banda ancha.
Todos los bancos británicos deberán cumplir con las nuevas reglas pero no todos están listos para hacerlo. El mes pasado se supo que cinco de los más grandes proveedores de cuentas corrientes no estarían listos para los cambios a tiempo para este sábado. Ellos son el Barclays, el RBS, el HSBC, el Santander y el Bank of Ireland, quienes recibieron una extensión de la Competition and Markets Authority )CMA) para poner al día sus sistemas. El Lloyds, Danske, Nationwide y AIBG están listos para comenzar.
En teoría, los cambios significan que la banca se va a simplificar. Los clientes deberían – en caso de que den su autorización – poder abrir una app bancaria y ver una lista de todas sus cuentas, incluso las que tienen con otros bancos. Los usuarios podrán autorizar a terceros el acceso a sus detalles bancarios sin tender que brindar datos de logueo. Los clientes deciden qué información están dispuestos a compartir con qué proveedor y durante cuánto tiempo la comparten.
Según Edward Maslaveckas, director ejecutivo de thisisbud.com, una plataforma de servicios financieros, Open Banking va a hacer más fácil a los consumidores comparar los detalles de sus cuentas corrientes y otros servicios financieros, pero con el tiempo se van a lanzar más aplicaciones online.
Como siempre, algunos aprueban y otros critican. Los primeros dicen que eso facilitará a la gente cambiar de cuentas. Pero otros expresan preocupación de que Open Banking pueda conducir a un aumento en los fraudes en transferencias bancarias.