A partir de abril de 2017 el gobierno impulsó los créditos ARGENTA a través del plan 60×60 para jubilados y pensionados y la incorporación de beneficiarios de programas sociales, aumentando 12 veces los préstamos otorgados durante abril-octubre de 2016.
Entre abril-octubre de este año, se otorgaron 2,5 millones de créditos ARGENTA: 45% fueron para titulares de la AUH, 27% para Jubilados y Pensionados, 18% para beneficiarios de pensiones (PNC y PUAM), y el restante 10% a Asignaciones Familiares.
El timing de la medida muestra una estrecha relación con el calendario electoral: en abril mejoraron los beneficios para jubilados y pensionados, en julio se habilitó el programa ARGENTA a perceptores de planes sociales y en octubre a trabajadores formales, según recuerda la consultora Ecolatina, autora de este informe.
Inclusión en modo electoral
A mediados de 2012, el gobierno anterior lanzó el programa ARGENTA que ofrecía a los jubilados y pensionados del sistema previsional créditos accesibles de hasta $ 10.000 (y un monto máximo del 30% de sus ingresos netos mensuales) a devolver en 12, 24 y 40 cuotas y a tasas fijas en pesos. El objetivo en su momento era sostener el consumo interno, facilitando a sectores que tienen una elevada propensión a consumir una línea crediticia acorde a sus posibilidades financieras.
Los recursos de los créditos provenían del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), fijando un máximo de hasta el 20% de su cartera para tal fin. Recordemos que el FGS es una masa de ingresos que, principalmente, se constituyó por los activos trasferidos por las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). De esta forma, dichos créditos se financian con recursos propios de los jubilados.
En los años subsiguientes a su creación, el programa ARGENTA fue sufriendo algunas modificaciones que ampliaron su alcance y los montos nominales otorgados, así como la aplicación de descuentos exclusivos para los jubilados en el consumo de distintos bienes y servicios. Sin embargo, fue recién este año que tuvo lugar la verdadera “Revolución ARGENTA”: el gobierno de Cambiemos no sólo le dio continuidad al programa, sino que elevó los montos, aumentó los plazos y amplió significativamente el universo de posibles beneficiarios a pocos meses de las elecciones.
Esta medida puede enmarcarse en las políticas de inclusión financiera que el Ejecutivo y el BCRA están llevando a cabo. Entre ellas destacan: la posibilidad de abrir cuentas sueldo gratuitas, la devolución del 15% del IVA en compras con tarjeta de débito (hasta un máximo de $300 mensual por beneficiario), y el sistema PIM el cual les permite a los titulares de prestaciones y programas sociales de ANSES, pagar, cobrar, enviar y recibir dinero con el celular, sin necesidad de gasta crédito ni internet. De hecho, el Ministerio de Finanzas puso en marcha el Consejo de la Inclusión Financiera con el objetivo de darle mayor institucionalidad a este tipo de políticas.
Si bien es cierto que esta medida permite a los sectores más vulnerables tener acceso a préstamos formales a tasas bajas (en torno del 24% anual), el timing muestra una estrecha correlación con el calendario electoral. Un mes antes de las Primarias y en octubre el ejecutivo anunció la ampliación de beneficiarios del programa ARGENTA y se facilitó su acceso vía internet. Es que más allá de la decisión de impulsar la inclusión financiera, el efecto de la medida fue significativa en términos de consumo.