miércoles, 27 de noviembre de 2024

Inesperado salto pegó el déficit comercial norteamericano

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Durante junio, el rojo en balanza comercial marcó un sorpresivo récord: US$ 55.800 millones. Mayormente, porque aumentó el valor de importaciones petroleras e industriales. Además, bajaron las exportaciones a Japón y la Unión Europea.

La brecha en bienes y servicios se ensanchó casi 19% entre mayo y junio, algo que nunca había ocurrido. Eso supera el récord anterior del déficit (US$ 48.100 millones en abril) y proyecta un ritmo anualizado próximo a US$ 670.000 millones; es decir, casi 6,1% del producto bruto interno.

Curiosamente, la reactivación económica –que parecía ganar ímpetu en el II trimestre del año- promovía importaciones del sector privado (más de bienes finales que de insumos, por cierto). Pero, como otras economía centrales no acompañaban el ritmo norteamericano, cedieron sus importaciones de ese origen en un grado no visto desde septiembre de 2000.

El promedio de 65 gurúes y analistas consultados por Bloomberg’s esperaba que el rojo llegase “sólo” a US$ 46.500 millones. El grupo, últimamente proclive a equivocarse, oscilaba entre US$ 44.000 y 49.000 millones. Entretanto, el PBI del trimestre abril-junio proyectaba apenas 3% anual, contra 4,4% en enero-marzo. Al respecto, no se entiende que, ahora, Wall Street atribuya el rojo comercial a una “clara reactivación” en ese mismo lapso.

El departamento federal de Comercio, fuente de todas estas estadísticas, ya había advertido que el alza de combustibles y el menor impulso de ventas minoristas apuntaban a menor crecimiento. Pero nadie estaba preparado para la sorpresa en la balanza comercial. Comercio mismo no calculaba más de US$ 47.500 millones de déficit en junio.

“Ahora, será preciso revisar en descenso una serie de números relevantes para la economía y los mercados”, señala un informe de Société Générale New York. “Este enorme rojo deberá ser financiado y eso parece tan arduo como hacerlo con el déficit fiscal y el de cuenta corriente”.

Las exportaciones bajaron a US$ 92.800 millones en junio y las empresas del exterior compraron bienes de capital norteamericanos por US$ 26.200 millones, 8,9% menos que en mayo. A la inversa, las importaciones marcaron un récord de US$ 148.600 millones.

La brecha en bienes y servicios se ensanchó casi 19% entre mayo y junio, algo que nunca había ocurrido. Eso supera el récord anterior del déficit (US$ 48.100 millones en abril) y proyecta un ritmo anualizado próximo a US$ 670.000 millones; es decir, casi 6,1% del producto bruto interno.

Curiosamente, la reactivación económica –que parecía ganar ímpetu en el II trimestre del año- promovía importaciones del sector privado (más de bienes finales que de insumos, por cierto). Pero, como otras economía centrales no acompañaban el ritmo norteamericano, cedieron sus importaciones de ese origen en un grado no visto desde septiembre de 2000.

El promedio de 65 gurúes y analistas consultados por Bloomberg’s esperaba que el rojo llegase “sólo” a US$ 46.500 millones. El grupo, últimamente proclive a equivocarse, oscilaba entre US$ 44.000 y 49.000 millones. Entretanto, el PBI del trimestre abril-junio proyectaba apenas 3% anual, contra 4,4% en enero-marzo. Al respecto, no se entiende que, ahora, Wall Street atribuya el rojo comercial a una “clara reactivación” en ese mismo lapso.

El departamento federal de Comercio, fuente de todas estas estadísticas, ya había advertido que el alza de combustibles y el menor impulso de ventas minoristas apuntaban a menor crecimiento. Pero nadie estaba preparado para la sorpresa en la balanza comercial. Comercio mismo no calculaba más de US$ 47.500 millones de déficit en junio.

“Ahora, será preciso revisar en descenso una serie de números relevantes para la economía y los mercados”, señala un informe de Société Générale New York. “Este enorme rojo deberá ser financiado y eso parece tan arduo como hacerlo con el déficit fiscal y el de cuenta corriente”.

Las exportaciones bajaron a US$ 92.800 millones en junio y las empresas del exterior compraron bienes de capital norteamericanos por US$ 26.200 millones, 8,9% menos que en mayo. A la inversa, las importaciones marcaron un récord de US$ 148.600 millones.

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