Incógnitas sobre el acuerdo de la OPEP

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El frágil acuerdo consiste en que se reducirá en 1,2 millones de barriles diarios la producción de la organización. Es 2% menos en la producción mundial. El precio del barril Brent pasó los US$ 50 como respuesta.

De puertas afuera, fueron todo sonrisas. Pero persisten muchas dudas y si este acuerdo fracasa, es posible que la organización se fragmente. Otros productores importantes pero no miembros del cartel, como Rusia, dicen que seguirán la línea del convenio.

En Estados Unidos hay un cauto entusiasmo: con el barril a US$ 50 será rentable la producción de shale oil y gas en los principales yacimientos.

Si el convenio logra instrumentarse puede aliviar los enormes inventarios acumulados y la inundación de la oferta de los últimos dos años, que redujo a la mitad el precio del barril.

El peso del esfuerzo lo han asumido Arabia Saudita y sus vecinos geográficos, como Kuwait, Quatar y Emiratos Unidos. Riyad disminuirá la extracción en 486. 000 barriles diarios. Sus aliados regionales, en conjunto, en otros 300.000 barriles. Es decir, dos terceras partes del total de la reducción.

Iraq, uno de los renuentes, reducirá la oferta en 210.000 barriles, aunque la estadística con que se llegó a estas cifras no es muy confiable, El gran problema, como siempre, fue Irán. Hizo pequeñas concesiones mientras los otros miraban para otro lado, para salvar el acuerdo. Lo más probable es que no produzca más que lo que lo hace hoy en día.

Venezuela y Angola tomaron compromisos menores, aunque ambos países tienen un buen record de incumplimiento de pactos y acuerdos.

La idea central es que cada miembro de la Opep reduzca su extracción en 4,5% de las cifras actuales (la excepción prevista sería Nigeria y Libia, con economías en ruinas). El acuerdo está previsto que dure por seis meses.

La organización pidió a los países no miembros pero importantes productores que reduzcan la oferta en 600.000 barriles diarios. Rusia promete asumir la mitad de esa cifra y recortar 300.000 barriles. En cuanto a los otros 300.000 a recortar, nadie sabe con certeza que puede ocurrir, aunque Kazaskhstan y Oman prometen contribuir.

Estados Unidos, que hace dos años producía 9,6 millones de barriles, hoy está en 8,6 millones, debido a la tremenda reducción de precios. Pero la estrategia saudita de minimizar el shale oil, no ha dado resultados, claramente. Y ahora, con mejores precios, puede resurgir hasta el nivel de 2014.

Para muchos analistas, este acuerdo es de dudoso cumplimiento y marca tal vez el momento de máxima debilidad de la organización. Si las partes incumplen, no hay capacidad de coerción por parte de la Opep (léase de los sauditas). Ese puede ser el final del famoso cartel petrolero, o al menos, su pérdida de relevancia.

 

 

 

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