Michael Hasenstab, del fondo de inversión Franklin Templeton, corrió en ayuda de Argentina esta semana aportando una inyección de dinero de US$ 2.250 millones, en algo parecido a la ayuda que recibió Irlanda luego de la crisis de la eurozona, dice el Financial Times en su edición de hoy.
Los fondos controlados por Hasenstab, que incluyen el de bandera Templeton Global Bond Fund, adquirieron más de tres cuartas partes de loa 73.000 millones de pesos en bonos “Bote”, que Argentina vendió el martes. Aclárese que no son Lebac, sino bonos especiales – llamados Bote– que se vendieron el martes por US$ 5 mil millones, después de que se renovaron las Lebac.
El gobierno argentino, continúa el diario global, solo reabrió la venta de los bonos Bote que vencen en cinco a ocho años después de un acercamiento por parte de Franklin Templeton, según informara al FT una persona allegada a las negociaciones. El fondo Templeton ya tenía casi la mitad de los dos bonos y estas compras casi lo convierten en el más grande acreedor individual de nuestro país.
La compra de US$ 3.000 millones en bonos Bote por parte de Templeton son un voto de confianza a la Argentina mientras el gobierno avanza hacia un acuerdo con el FMI.
“No se puede pedir una mayor señal de confianza cuando uno coloca un bono en pesos a tasa fija en uno de los peores días de este año en un mercado emergente”, dijo el martes Luis Caputo, ministro de Hacienda. “Es una señal de confianza en el presidente Macri y en las políticas que está implementando”.
Hasenstab, gerente general de inversiones (CIO) de Franklin Templeton, es famoso por su tendencia a hacer grandes apuestas en países con problemas económicos y financieros, como Hungría luego de la crisis financiera, Irlanda durante la crisis de la eurozona y Ucrania en el momento de su revolución. En un reciente comunicado dijo que ” el actual gobierno sigue demostrando increíble determinación y habilidad para volver a la vida una economía que estaba prácticamente colapsada”.
Luego agregó: “En los últimos meses sí hubo algunas políticas equivocadas, como suele ocurrir en cualquier esfuerzo de reforma tan grande como el que está poniendo en práctica. Peor lo más importante es que los errores se reconocieron y se corrigieron; nosotros seguimos confiados en que lasd políticas implementadas son las correctas para mejorar la economía, el bienestar de los argentinos y los mercados”.
Luego de que la fuga de capitales destruyera casi la quinta parte del valor del peso en las últimas tres semanas parece estar volviendo la confianza en la habilidad del Banco Central para manejar la situación.
