Londres y París apoyaron al alemán en el Ecofín, pese a que manifestaron dudas en el pasado sobre su capacidad para hacer frente a crisis monetarias y negociar con dureza con gobiernos e instituciones internacionales. Unas acusaciones que el propio Koch-Wesser calificó de “disparate total” en una entrevista publicada el pasado 30 de enero en el diario alemán Die Welt.
El pasado 15 de febrero, el francés Michel Camdessus abandonó la dirección general de este organismo. Koch-Wesser competirá por el cargo con el candidato japonés, el ex-ministro adjunto de Finanzas Eisuke Sakakibara, y el director adjunto del FMI, el estadounidense Stanley Fischer.
El alemán ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en el Banco Mundial, del que fue vicepresidente desde 1991 hasta 1996, año en que pasó a ser director ejecutivo de Operaciones. En abril de 1999 entró en el gobierno que encabeza el socialdemócrata Gerhard Schroeder como secretario de Estado de Finanzas, delegación que se ocupa, en especial, de política financiera y monetaria internacional. Koch-Wesser forma parte del nuevo equipo económico del ministro Hans Eichel, que sustituyó al dimitido Oskar Lafontaine.
Tradicionalmente, la dirección del FMI ha correspondido a un europeo, mientras que la del Banco Mundial recaía en manos de un estadounidense. En esta ocasión, sin embargo, la práctica podría alterarse, con la irrupción de la candidatura oficial del japonés Sakikebara y la candidatura “espontánea” del estadounidense Fischer, que es director general adjunto del FMI y asumió las funciones de Camdessus tras su partida. Washington todavía no ha expresado su apoyo formal a Fischer.
La decisión final recae sobre el Consejo de Administración del FMI, que puede elegir a su próximo director general en cualquier reunión ordinaria si uno de los tres candidatos reúne la mayoría suficiente.
Londres y París apoyaron al alemán en el Ecofín, pese a que manifestaron dudas en el pasado sobre su capacidad para hacer frente a crisis monetarias y negociar con dureza con gobiernos e instituciones internacionales. Unas acusaciones que el propio Koch-Wesser calificó de “disparate total” en una entrevista publicada el pasado 30 de enero en el diario alemán Die Welt.
El pasado 15 de febrero, el francés Michel Camdessus abandonó la dirección general de este organismo. Koch-Wesser competirá por el cargo con el candidato japonés, el ex-ministro adjunto de Finanzas Eisuke Sakakibara, y el director adjunto del FMI, el estadounidense Stanley Fischer.
El alemán ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en el Banco Mundial, del que fue vicepresidente desde 1991 hasta 1996, año en que pasó a ser director ejecutivo de Operaciones. En abril de 1999 entró en el gobierno que encabeza el socialdemócrata Gerhard Schroeder como secretario de Estado de Finanzas, delegación que se ocupa, en especial, de política financiera y monetaria internacional. Koch-Wesser forma parte del nuevo equipo económico del ministro Hans Eichel, que sustituyó al dimitido Oskar Lafontaine.
Tradicionalmente, la dirección del FMI ha correspondido a un europeo, mientras que la del Banco Mundial recaía en manos de un estadounidense. En esta ocasión, sin embargo, la práctica podría alterarse, con la irrupción de la candidatura oficial del japonés Sakikebara y la candidatura “espontánea” del estadounidense Fischer, que es director general adjunto del FMI y asumió las funciones de Camdessus tras su partida. Washington todavía no ha expresado su apoyo formal a Fischer.
La decisión final recae sobre el Consejo de Administración del FMI, que puede elegir a su próximo director general en cualquier reunión ordinaria si uno de los tres candidatos reúne la mayoría suficiente.