(EFE).- El optimismo ha vuelto a la bolsa de Nueva York de la mano del gobierno de Estados Unidos que, al anunciar un crecimiento superior al esperado, hace pensar a muchos inversores que no tardarán en ver la luz al final del túnel.
Según explican los expertos, las cifras de crecimiento amortiguaron las malas noticias empresariales y los indicadores negativos.
Por primera vez en muchas semanas, el promedio del Dow Jones de Industriales, que es el indicador más importante de Wall Street, cerró el viernes por encima del nivel que tenía al comenzar el año.
En la última semana, este indicador ganó 230 puntos (2,1%) con lo que se coloca 0,21% por encima de lo que marcaba al finalizar el 2000, que era de 10.786,85 puntos.
Sin embargo, el Nasdaq, donde cotizan las empresas tecnológicas, no sólo cerró la semana con un saldo negativo al bajar 87,59 puntos (más de 4%) en 2.075,82, sino que se mantiene casi 400 puntos por debajo del nivel que tenía a fines de diciembre.
El S&P500, que tiene en cuenta 500 empresas, también subió en la última semana 10,09 puntos (0,8%) hasta los 1.253,07, y el New York Stock Exchange (NYSE), que incluye los valores tradicionales de Wall Street, 14,29 puntos (2,29%) hasta los 637,64, pero en ambos casos el saldo anual es negativo.
A comienzos de semana, varias grandes corporaciones anunciaron beneficios por debajo de las expectativas, como el fabricante de microprocesadores Intel, o revisaron a la baja sus proyecciones.
A la cadena de malas noticias, se sumó el anuncio de una caída del índice de confianza de los consumidores mayor del esperado por la ralentización económica y el deterioro del mercado laboral.
El grupo de estudios económicos The Conference Board dijo que el índice de confianza en abril se situó en el 109,2, después de haber subido en marzo hasta los 116,9 y frente a previsiones de 113.
Todo ello tuvo un impacto negativo en las bolsas de Nueva York, que el lunes y el martes cerraron con retrocesos de 0,45% y 0,74%, respectivamente, en el Dow Jones, y de 4,8% y 2% en el Nasdaq.
La mala racha en la bolsa se rompió el miércoles, en que el Dow Jones cerró con una fuerte subida animada, entre otras cosas, por los datos sobre construcción de nuevas viviendas en Estados Unidos, que sugirieron una recuperación económica para fines de año.
El alza se apoyó sobre todo en las empresas tradicionales de Wall Street, que fueron también las que impulsaron la subida del Dow Jones el jueves.
Otro factor positivo fue el anuncio de que el índice de costes laborales aumentó 1,1% durante el primer trimestre, frente a previsiones de 0,9%.
Los expertos estimaron que era un indicio más del debilitamiento del mercado laboral, aunque no afectaría la decisión de la Reserva Federal (Fed) de reducir las tasas cuando se reúna en mayo.
La semana concluyó con el anuncio de que el Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos ha subido a una tasa anual de 2% en el primer trimestre, en contraste con previsiones de 0,9% que daban la mayoría de analistas.
La noticia impulsó más de 100 puntos el Dow Jones, e hizo ganar 2% al Nasdaq, que no logró borrar las pérdidas de días anteriores.
Los inversores se mostraban convencidos de que la política de abaratamiento del precio del dinero de la Fed ha comenzado a surgir efecto, ya que su objetivo es alentar el consumo y éste fue precisamente el factor que posibilitó el fuerte crecimiento del PBI.
Los inversores podrían ver un panorama más claro la semana próxima, cuando se anuncien las cifras sobre empleo para abril, que puede reflejar el impacto de tanta supresión de empleo con un incremento del número de desocupados.
(EFE).- El optimismo ha vuelto a la bolsa de Nueva York de la mano del gobierno de Estados Unidos que, al anunciar un crecimiento superior al esperado, hace pensar a muchos inversores que no tardarán en ver la luz al final del túnel.
Según explican los expertos, las cifras de crecimiento amortiguaron las malas noticias empresariales y los indicadores negativos.
Por primera vez en muchas semanas, el promedio del Dow Jones de Industriales, que es el indicador más importante de Wall Street, cerró el viernes por encima del nivel que tenía al comenzar el año.
En la última semana, este indicador ganó 230 puntos (2,1%) con lo que se coloca 0,21% por encima de lo que marcaba al finalizar el 2000, que era de 10.786,85 puntos.
Sin embargo, el Nasdaq, donde cotizan las empresas tecnológicas, no sólo cerró la semana con un saldo negativo al bajar 87,59 puntos (más de 4%) en 2.075,82, sino que se mantiene casi 400 puntos por debajo del nivel que tenía a fines de diciembre.
El S&P500, que tiene en cuenta 500 empresas, también subió en la última semana 10,09 puntos (0,8%) hasta los 1.253,07, y el New York Stock Exchange (NYSE), que incluye los valores tradicionales de Wall Street, 14,29 puntos (2,29%) hasta los 637,64, pero en ambos casos el saldo anual es negativo.
A comienzos de semana, varias grandes corporaciones anunciaron beneficios por debajo de las expectativas, como el fabricante de microprocesadores Intel, o revisaron a la baja sus proyecciones.
A la cadena de malas noticias, se sumó el anuncio de una caída del índice de confianza de los consumidores mayor del esperado por la ralentización económica y el deterioro del mercado laboral.
El grupo de estudios económicos The Conference Board dijo que el índice de confianza en abril se situó en el 109,2, después de haber subido en marzo hasta los 116,9 y frente a previsiones de 113.
Todo ello tuvo un impacto negativo en las bolsas de Nueva York, que el lunes y el martes cerraron con retrocesos de 0,45% y 0,74%, respectivamente, en el Dow Jones, y de 4,8% y 2% en el Nasdaq.
La mala racha en la bolsa se rompió el miércoles, en que el Dow Jones cerró con una fuerte subida animada, entre otras cosas, por los datos sobre construcción de nuevas viviendas en Estados Unidos, que sugirieron una recuperación económica para fines de año.
El alza se apoyó sobre todo en las empresas tradicionales de Wall Street, que fueron también las que impulsaron la subida del Dow Jones el jueves.
Otro factor positivo fue el anuncio de que el índice de costes laborales aumentó 1,1% durante el primer trimestre, frente a previsiones de 0,9%.
Los expertos estimaron que era un indicio más del debilitamiento del mercado laboral, aunque no afectaría la decisión de la Reserva Federal (Fed) de reducir las tasas cuando se reúna en mayo.
La semana concluyó con el anuncio de que el Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos ha subido a una tasa anual de 2% en el primer trimestre, en contraste con previsiones de 0,9% que daban la mayoría de analistas.
La noticia impulsó más de 100 puntos el Dow Jones, e hizo ganar 2% al Nasdaq, que no logró borrar las pérdidas de días anteriores.
Los inversores se mostraban convencidos de que la política de abaratamiento del precio del dinero de la Fed ha comenzado a surgir efecto, ya que su objetivo es alentar el consumo y éste fue precisamente el factor que posibilitó el fuerte crecimiento del PBI.
Los inversores podrían ver un panorama más claro la semana próxima, cuando se anuncien las cifras sobre empleo para abril, que puede reflejar el impacto de tanta supresión de empleo con un incremento del número de desocupados.
