sábado, 21 de diciembre de 2024

¿Deflación o inflación? Los crudos reviven una vieja polémica

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El alza de crudos comienza a producir leves rebrotes inflacionarios en economías cuyo problema es o era la contracción de precios. Muchos analistas insisten en que el petróleo caro no frenará la deflación. Otros, los menos, creen lo contrario.

Por el contrario, varios expertos temen que “el aumento de precios vinculado a insumos petroleros no sacará de aprietos a economías ni sectores que sufren presiones deflacionarias”. Así opina Stephen Roach, econometrista jefe en Morgan Stanley Dean Witter. Justamente, esta firma de valores acaba de recortar de 2,9 a 2,5% sus proyecciones de expansión global en términos de producto bruto.

“El mundo desarrollado, China y Rusia viven las vísperas de una recesión, excepto los japoneses, que la padecen desde 1991/2. En cuanto a economías emergentes y periféricas, algunas serán afectadas y otras no tanto”, presume Roach. En lo tocante a crudos, los expertos definen como “caro o muy caro” todo nivel por encima de US$ 33 el barril de tejano medio a 45 días en Nueva York.

Desde una perspectiva opuesta, dado que la deflación lleva más de una década, el Banco del Japón (central) espera que el fenómeno local comience a ceder debido, precisamente, al alza del petróleo. Surcorea, Taiwán y China comparten esas presunciones. Pero la ecuación occidental es distinta y su clave no está en los hidrocarburos, sino en la demanda de empresas y consumidores. En este plano, Roach, David Roche (de la consultora Independent Strategy) y Paul Clarke (PCI Consulting Group) conciden: “Hace falta una fortísima recuperación de la economía real en la Unión Europea, Japón y América del norte, o sea un quinquenio con el PBI creciendo a más de 4% anual, para acabar con el riesgo deflacionario”.

No hace mucho, los técnicos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial redujeron de 3,7 a 3% las estimaciones sobre PB global este año. De hecho y dejando de lado economías peculiares (China, Vietnam, ex bloque soviético), no se ven países capaces de alcanzar aquel 4% en un plazo razonable.

Por supuesto, el mundillo de los analistas dista de ser unánime. Así, Ajay Kapur –estratega para Asia en Salomon Smith Barney, o sea Citigroup- es rotundo: “La deflación ha muerto y sobreviene la inflación”. Sin detenerse en el caso japonés, Kapur y sus colegas en ING Barings (Singapur) y Tata Gropu (Mumbái) creen que “la insaciable demanda china de petróleo, materia primas o semiprimas, equipos industriales y vehículos irá elevando precios en todo el mundo”.

Por el contrario, varios expertos temen que “el aumento de precios vinculado a insumos petroleros no sacará de aprietos a economías ni sectores que sufren presiones deflacionarias”. Así opina Stephen Roach, econometrista jefe en Morgan Stanley Dean Witter. Justamente, esta firma de valores acaba de recortar de 2,9 a 2,5% sus proyecciones de expansión global en términos de producto bruto.

“El mundo desarrollado, China y Rusia viven las vísperas de una recesión, excepto los japoneses, que la padecen desde 1991/2. En cuanto a economías emergentes y periféricas, algunas serán afectadas y otras no tanto”, presume Roach. En lo tocante a crudos, los expertos definen como “caro o muy caro” todo nivel por encima de US$ 33 el barril de tejano medio a 45 días en Nueva York.

Desde una perspectiva opuesta, dado que la deflación lleva más de una década, el Banco del Japón (central) espera que el fenómeno local comience a ceder debido, precisamente, al alza del petróleo. Surcorea, Taiwán y China comparten esas presunciones. Pero la ecuación occidental es distinta y su clave no está en los hidrocarburos, sino en la demanda de empresas y consumidores. En este plano, Roach, David Roche (de la consultora Independent Strategy) y Paul Clarke (PCI Consulting Group) conciden: “Hace falta una fortísima recuperación de la economía real en la Unión Europea, Japón y América del norte, o sea un quinquenio con el PBI creciendo a más de 4% anual, para acabar con el riesgo deflacionario”.

No hace mucho, los técnicos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial redujeron de 3,7 a 3% las estimaciones sobre PB global este año. De hecho y dejando de lado economías peculiares (China, Vietnam, ex bloque soviético), no se ven países capaces de alcanzar aquel 4% en un plazo razonable.

Por supuesto, el mundillo de los analistas dista de ser unánime. Así, Ajay Kapur –estratega para Asia en Salomon Smith Barney, o sea Citigroup- es rotundo: “La deflación ha muerto y sobreviene la inflación”. Sin detenerse en el caso japonés, Kapur y sus colegas en ING Barings (Singapur) y Tata Gropu (Mumbái) creen que “la insaciable demanda china de petróleo, materia primas o semiprimas, equipos industriales y vehículos irá elevando precios en todo el mundo”.

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