De hecho, varios observadores descuentan que Willey será acusado por “insider’s trading”, o sea aprovecharse de datos internos para hacer negocios propios. Según los auditores de la Securities & Exchange Commission, el hoy ex CFO y su esposa vendieron US$ 4.800.000 en acciones poco antes de que la empresa fuese obligada (también por la SEC) a congelar reservar en previsión de morosos e incobrables.
Una vez conocida, la noticia hizo caer 40% en un solo día esos mismos papeles. Ahora nadie quiere hablar del tema en la firma y algunos temen por la suerte del CEO, Richard Fairbank, amigo del dimitente. “Wall Street ya había perdido confianza en el management de la compañía y el panorama se le presenta feo”, comentaba Chris Baggini, de Gartmore Growth Fund, experto en el sector.
Willey y su esposa vendieron 78.366 acciones entre el 9 y el 13 de mayo pasados y obtuvieron alrededor de US$ 62 por acción. Poco después, el precio cayó a 32,30 (hoy no sube de US$ 27). Pero las leyes prohíben comprar o vender títulos basándose en información privilegiada (interna).
De hecho, varios observadores descuentan que Willey será acusado por “insider’s trading”, o sea aprovecharse de datos internos para hacer negocios propios. Según los auditores de la Securities & Exchange Commission, el hoy ex CFO y su esposa vendieron US$ 4.800.000 en acciones poco antes de que la empresa fuese obligada (también por la SEC) a congelar reservar en previsión de morosos e incobrables.
Una vez conocida, la noticia hizo caer 40% en un solo día esos mismos papeles. Ahora nadie quiere hablar del tema en la firma y algunos temen por la suerte del CEO, Richard Fairbank, amigo del dimitente. “Wall Street ya había perdido confianza en el management de la compañía y el panorama se le presenta feo”, comentaba Chris Baggini, de Gartmore Growth Fund, experto en el sector.
Willey y su esposa vendieron 78.366 acciones entre el 9 y el 13 de mayo pasados y obtuvieron alrededor de US$ 62 por acción. Poco después, el precio cayó a 32,30 (hoy no sube de US$ 27). Pero las leyes prohíben comprar o vender títulos basándose en información privilegiada (interna).