<p>La “campaña de otoño” prevista por la agencia de recaudación fiscal italiana (ARF) se centra en 170.000 presuntos evasores vía cuentas numeradas. Sólo en Vaduz (capital de Liechtenstein) se sospecha la existencia de 30.000 residentes ficticios.<br />
Algunas fuentes añaden ambas cifras y hablan de 200.000 casos. Vale decir, casi cuatro veces el total de cuentas anónimas en UBS, aunque de menor cuantía que éstas. Por eso despierta sumo interés en Roma el caso en manos del cantón zuriqués. <br />
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Marcel Ospel, ex presidente ejecutivo de UBS y su entonces director de asuntos legales, Peter Kurer, son objetos de denuncias penales radicadas ante el ministerio público del cantón por el partido Socialista. Básicamente, se les cuestiona hacerse los distraídos respecto de prácticas irregulares en Estados Unidos.<br />
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Amén de las 52.000 cuentas señaladas por el servicio de recaudación fiscal norteamericano (IRS), UBS está involucrada en gestiones desleales y complicada en fraudes impositivos. Esto alude a acciones en curso por parte de la justicia federal en ese país.<br />
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En lo tocante a paraísos fiscales, la ARF italiana no se limita a los cuatro del título. También tiene bajo escrutinio Caimán, Belice, San Vicente-Granadinas, Jersey y Man (dos islas propiedad de la corona británica), plaza especializadas en fideicomisos. En lo atinente a holdings fantasmas, aparecen Austria, Dinamarca, Hungría, Luxemburgo, Holanda, Madeira, Liberia, islas Marshall, Liberia, Gibraltar y Santa Elena (sí, donde murió Napoleón I).</p>
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Cuatro paraísos fiscales en la mira de los italianos
Se trata de Suiza, Liechtenstein, Mónaco y la república de San Marino. Mientras tanto, en Zürich la justicia cantonal procesa a Marcel Ospel y Peter Kurer, ex ejecutivos de Union des Banques Suisses.