Unos 800 policías y militares participaron en el operativo en Santa Rosa del Sara a 70 kilómetros de Santa Cruz en el oriente de Bolivia, pero “no hubo necesidad de utilizar la fuerza” porque los manifestantes aceptaron retirarse del campo petrolero pacíficamente, señaló el comandante de la policía, coronel Federico González.
Los pobladores habían tomado el martes el control del campo petrolero cerrando las válvulas de gas de la empresa Transredes. El prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Rubén Dario Cuéllar indicó que se seguirá negociando con los vecinos. “Ni un efectivo se quedará a custodiar las válvulas, porque está el compromiso de las autoridades del pueblo de no cerrar el gasoducto”, señaló el jueves a la prensa González. El jueves en la mañana las instalaciones estaban despejadas de manifestantes, agregó.
Las autoridades estimaron en US$400.000 las pérdidas para la región por regalías no cobradas durante los dos días que estuvo cerrado el ducto. Los pobladores habían tomado el control del pozo exigiendo que la ruta que vincula a Santa Rosa con Santa Cruz sea construida con carpeta asfáltica, pero las autoridades indicaron que el presupuesto programado sólo alcanza para el asfaltado, indicó el prefecto. Las negociaciones concluyeron sin acuerdo pero las partes aceptaron seguir conversando. Cuéllar sostuvo que la dotación de tierras depende del saneamiento de los fundos en la región, lo cual está en manos del Instituto de Reforma Agraria (INRA).
Dow Jones Newswires
Unos 800 policías y militares participaron en el operativo en Santa Rosa del Sara a 70 kilómetros de Santa Cruz en el oriente de Bolivia, pero “no hubo necesidad de utilizar la fuerza” porque los manifestantes aceptaron retirarse del campo petrolero pacíficamente, señaló el comandante de la policía, coronel Federico González.
Los pobladores habían tomado el martes el control del campo petrolero cerrando las válvulas de gas de la empresa Transredes. El prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Rubén Dario Cuéllar indicó que se seguirá negociando con los vecinos. “Ni un efectivo se quedará a custodiar las válvulas, porque está el compromiso de las autoridades del pueblo de no cerrar el gasoducto”, señaló el jueves a la prensa González. El jueves en la mañana las instalaciones estaban despejadas de manifestantes, agregó.
Las autoridades estimaron en US$400.000 las pérdidas para la región por regalías no cobradas durante los dos días que estuvo cerrado el ducto. Los pobladores habían tomado el control del pozo exigiendo que la ruta que vincula a Santa Rosa con Santa Cruz sea construida con carpeta asfáltica, pero las autoridades indicaron que el presupuesto programado sólo alcanza para el asfaltado, indicó el prefecto. Las negociaciones concluyeron sin acuerdo pero las partes aceptaron seguir conversando. Cuéllar sostuvo que la dotación de tierras depende del saneamiento de los fundos en la región, lo cual está en manos del Instituto de Reforma Agraria (INRA).
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