<p>A criterio del suizo que dirige el Deutsche Bank, “el aumento de morosos e incobrables afectará a entidades que han eludido golpes anteriores o pérdidas severas. “Vivimos una serie de sismos con epicentros cambiantes”, teme Josef Ackermann.Hablando en Zürich, su patria chica, señaló a los malos préstamos como anticipo de la ola siguiente. “Sus víctimas serán bancos de todo volumen que, hasta el momento, no se veían mayormente afectados”.<br />
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El mayor prestamista de la Unión Europea, en verdad, acaba de congelar € 1.000 millones en previsión –especie de encaje- contra operaciones riesgosas con acreedores insolventes. Esa suma septuplica el monto existente y preocupa en la bolsa panalemana (Francfort).<br />
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“Durante el segundo trimestre, DB se encontró con 44% más de préstamos en problemas”, reveló un analista de Morgan Stanley. “No es el único caso, pero se trata de un banco privado líder”. Las declaraciones de Ackermann le daban la razón.<br />
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“La crisis dista de agotarse. Cuando uno observa –apunta el directivo- la evolución de la economía en Occidente, primero parece que este semestre promete ciertos avances hacia zona positiva. No obstante, seguimos en cotas bajas. Por ejemplo, los bancos rescatados por diversos países y alentados a elevar préstamos afrontan las insolvencia de deudores”.</p>
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Ackermann: insolvencia de deudores y la próxima crisis
A criterio del suizo que dirige el Deutsche Bank, el aumento de morosos e incobrables afectará a entidades que han eludido golpes anteriores o pérdidas severas. Vivimos una serie de sismos con epicentros cambiantes, teme Josef Ackermann.