Wal-Mart planea aumentar presencia en Japón

Las acciones de Daiei, tercera cadena minorista del país, subieron hasta 30% en la semana, al saber que Wal-Mart planear invertir en la firma. Pero el gigante ya participa en una rival, Seiyu. Esto genera debates políticos.

20 agosto, 2004

La movida del líder mundial responde, precisamente, al fracaso en Seiyu. Como en Argentina , el estilo Wal-Mart no encaja en la cultura local, especialmente su régimen laboral y el trato a proveedores.

John Menzer, director ejecutivo de la división internacional, está en Tokio asistiendo a la asamblea de Seiyu y allá ha entrado en contactos con Daiei. Pero, no obstante la súbita demanda de acciones, la firma probablemente no quiera hacer tratos con la norteamericana.

Por otra parte, cualquier iniciativa de Wal-Mart Stores (WMS) afrontará la oposición de mayoristas, proveedores, almaceneros, sindicatos y dirigentes políticos. Japón no es México, donde el gigante entró casi a la fuerza y usufructúa la obsesión de la clase media urbana por copiar a sus vecinos del norte. Basta ver la abundancia de gente rubia de piel clara en la publicidad azteca.

Ya antes de que arribara Menzer, el partido Demoliberal (oficialismo) analizaba con el ministro de Comercio y otros miembros del gobierno qué hacer. Particularmente, con Daiei.

El futuro de la cadena, una pesada estructura que vive de prestado y de la indulgencia de sus abastecedores, está –para colmo- atado a su principal banco, UFJ, a punto de ser absorbido por un competidor. También esta entidad (cuarta del país) anda en problemas, lo cual explica las gestiones de fusión, en medio de un escándalo: UFJ había maquillado su cartera de morosos e incobrables y, ahora, la autoridad monetaria le da hasta el mes próximo para pasar esas acreencias a pérdida.

Mitsubishi Tokyo Financial Group, segunda entidad japonesa, está negociando la fusión con UFJ. El eventual adquirente pone como condición sacarse de encima deudores tan problemáticos como Daiei.

En cuanto a Seiyu –una cadena más chica-, Wal-Mart tiene 37% del paquete, más una opción para quedarse con todo, que vence en 2007. Pero la americanización de la empresa ha sido lenta y difícil, lo cual hace suponer que Wal-Mart busca otras vías para penetrar en el negocio japonés al detalle, un hueso duro de roer.

“Estudiamos nuevas oportunidades de crecimiento”, señala el gigante en un e-mail, enviado a Tokio como si Menzer no estuviese ahí. “Pero aún priorizamos la alianza con Seiyu”.

Cualquiera que tome Daiei afrontará problemas no solamente políticos. Además de deudas por US$ 9.700.000, el modelo de negocios –que abarca un espectro de productos demasiado amplio y un club de básquetbol- ha sido calificado de insostenible por analistas especializados.

Wal-Mart estaría interesado en Daiei como parte de un acuerdo que incluyera la Corporación de Reactivación Industrial, un ente estatal dedicado a reciclar empresas inviables. Su intervención permitiría “limpiar” Daiei y tornarla operable antes de venderla. También es factible asociarse a un fondo inversor privado para solventar la reconversión de la cadena.

Dos minoristas líderes, Aeon e Ito-Yokada, podrían participar en el salvataje de Daiei, junto a la entidad estatal y Wal-Mart o sin ambos. Pero su intervención llevaría el sector al duopolio y sería resistida por los mismos sectores que rechazan a WMS.

Medios financiesos afirman que Wal-Mart ha contratado a Dresdner Kleinwort Wasserstein y Goldman Sachs. Misión: tantear oportunidades de inversión y alianzas en el Sol Naciente.

La movida del líder mundial responde, precisamente, al fracaso en Seiyu. Como en Argentina , el estilo Wal-Mart no encaja en la cultura local, especialmente su régimen laboral y el trato a proveedores.

John Menzer, director ejecutivo de la división internacional, está en Tokio asistiendo a la asamblea de Seiyu y allá ha entrado en contactos con Daiei. Pero, no obstante la súbita demanda de acciones, la firma probablemente no quiera hacer tratos con la norteamericana.

Por otra parte, cualquier iniciativa de Wal-Mart Stores (WMS) afrontará la oposición de mayoristas, proveedores, almaceneros, sindicatos y dirigentes políticos. Japón no es México, donde el gigante entró casi a la fuerza y usufructúa la obsesión de la clase media urbana por copiar a sus vecinos del norte. Basta ver la abundancia de gente rubia de piel clara en la publicidad azteca.

Ya antes de que arribara Menzer, el partido Demoliberal (oficialismo) analizaba con el ministro de Comercio y otros miembros del gobierno qué hacer. Particularmente, con Daiei.

El futuro de la cadena, una pesada estructura que vive de prestado y de la indulgencia de sus abastecedores, está –para colmo- atado a su principal banco, UFJ, a punto de ser absorbido por un competidor. También esta entidad (cuarta del país) anda en problemas, lo cual explica las gestiones de fusión, en medio de un escándalo: UFJ había maquillado su cartera de morosos e incobrables y, ahora, la autoridad monetaria le da hasta el mes próximo para pasar esas acreencias a pérdida.

Mitsubishi Tokyo Financial Group, segunda entidad japonesa, está negociando la fusión con UFJ. El eventual adquirente pone como condición sacarse de encima deudores tan problemáticos como Daiei.

En cuanto a Seiyu –una cadena más chica-, Wal-Mart tiene 37% del paquete, más una opción para quedarse con todo, que vence en 2007. Pero la americanización de la empresa ha sido lenta y difícil, lo cual hace suponer que Wal-Mart busca otras vías para penetrar en el negocio japonés al detalle, un hueso duro de roer.

“Estudiamos nuevas oportunidades de crecimiento”, señala el gigante en un e-mail, enviado a Tokio como si Menzer no estuviese ahí. “Pero aún priorizamos la alianza con Seiyu”.

Cualquiera que tome Daiei afrontará problemas no solamente políticos. Además de deudas por US$ 9.700.000, el modelo de negocios –que abarca un espectro de productos demasiado amplio y un club de básquetbol- ha sido calificado de insostenible por analistas especializados.

Wal-Mart estaría interesado en Daiei como parte de un acuerdo que incluyera la Corporación de Reactivación Industrial, un ente estatal dedicado a reciclar empresas inviables. Su intervención permitiría “limpiar” Daiei y tornarla operable antes de venderla. También es factible asociarse a un fondo inversor privado para solventar la reconversión de la cadena.

Dos minoristas líderes, Aeon e Ito-Yokada, podrían participar en el salvataje de Daiei, junto a la entidad estatal y Wal-Mart o sin ambos. Pero su intervención llevaría el sector al duopolio y sería resistida por los mismos sectores que rechazan a WMS.

Medios financiesos afirman que Wal-Mart ha contratado a Dresdner Kleinwort Wasserstein y Goldman Sachs. Misión: tantear oportunidades de inversión y alianzas en el Sol Naciente.

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