Videodiscos con vencimiento: ¿una táctica con bemoles?

Para las fiestas, se anuncia “Noël, la habitual nadería navideña. Pero, esta vez, la película estará simultáneamente en cines y en Amazon.com... en un DVD a US$ 5, desechable en 48 horas. Objeto: frustrar la piratería.

23 octubre, 2004

Se trata de una nueva táctica, que algunos analistas ven con escepticismo. Recién dos semanas después del estreno, cuando los DVD desechable sean historia -borrados por una capa química-, la película se dará por TNT, un cable propiedad de Time Warner. OK, pero ¿qué intenciones tiene al truco?

Burlar la piratería parece una, si bien se ignora cómo evitar copias ilegales en las 48 horas útiles del videodisco. Otra, más plausible, es promover inicialmente la película –o lo que sea-, para su venta subsiguiente en DVD normales (aparecerán un mes después). Walt Disney Co. planea emplear esa misma tecnología (“flexplay”), aunque como prueba en ciertos mercados.

Pero su propósito es menos ambicioso, pues sólo busca ofrecer películas ya estrenadas a público que no quiera tomarse el trabajo de alquilar un DVD común y devolverlo luego. No obstante, la meta final de todos los estudios grandes es emplear el “flexplay” para defender patentes y derechos. Además, no perder ventas a manos de los piratas.

De una forma u otra, la táctica llevará a un cambio radical de estrategia en un futuro no lejano. Hasta el presente, el sistema consiste en (1) estrenar la película en los cines, (b) editarla más tarde en video y DVD, (3) pasarla en la TV rentada y (4) librarla a la TV abierta.

Por supuesto, varios expertos independientes sospechan una finalidad oculta: ir eliminando las salas cinematográficas como “puntos de lanzamiento” y substituirlas por los hogares. Si ocurre esto, los cines quedarán en segundo plano y ello puede, eventualmente, influir en el formato de las películas. Claro, eso irritará a los dueños de salas, generalmente cadenas internacionales, ya enojados porque las versiones en DVD se difunden muy rápido: años atrás, había un intervalo de seis meses en Estados Unidos.

También hay otro tipo de riesgos. Habitualmente, las películas de navidad, pascuas y fiestas de ese tipo son oportunistas y de baja calidad artística. Pero la gente recién lo sabe cuando va al cine. A partir de este experimento, bastarán cinco dólares para averiguar si un espectacular estreno es lo que prometen las colas o un bodrio atosigado de efectos especiales.

Se trata de una nueva táctica, que algunos analistas ven con escepticismo. Recién dos semanas después del estreno, cuando los DVD desechable sean historia -borrados por una capa química-, la película se dará por TNT, un cable propiedad de Time Warner. OK, pero ¿qué intenciones tiene al truco?

Burlar la piratería parece una, si bien se ignora cómo evitar copias ilegales en las 48 horas útiles del videodisco. Otra, más plausible, es promover inicialmente la película –o lo que sea-, para su venta subsiguiente en DVD normales (aparecerán un mes después). Walt Disney Co. planea emplear esa misma tecnología (“flexplay”), aunque como prueba en ciertos mercados.

Pero su propósito es menos ambicioso, pues sólo busca ofrecer películas ya estrenadas a público que no quiera tomarse el trabajo de alquilar un DVD común y devolverlo luego. No obstante, la meta final de todos los estudios grandes es emplear el “flexplay” para defender patentes y derechos. Además, no perder ventas a manos de los piratas.

De una forma u otra, la táctica llevará a un cambio radical de estrategia en un futuro no lejano. Hasta el presente, el sistema consiste en (1) estrenar la película en los cines, (b) editarla más tarde en video y DVD, (3) pasarla en la TV rentada y (4) librarla a la TV abierta.

Por supuesto, varios expertos independientes sospechan una finalidad oculta: ir eliminando las salas cinematográficas como “puntos de lanzamiento” y substituirlas por los hogares. Si ocurre esto, los cines quedarán en segundo plano y ello puede, eventualmente, influir en el formato de las películas. Claro, eso irritará a los dueños de salas, generalmente cadenas internacionales, ya enojados porque las versiones en DVD se difunden muy rápido: años atrás, había un intervalo de seis meses en Estados Unidos.

También hay otro tipo de riesgos. Habitualmente, las películas de navidad, pascuas y fiestas de ese tipo son oportunistas y de baja calidad artística. Pero la gente recién lo sabe cuando va al cine. A partir de este experimento, bastarán cinco dólares para averiguar si un espectacular estreno es lo que prometen las colas o un bodrio atosigado de efectos especiales.

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