United Airlines pidió la quiebra y busca quien la rescate

Preparado durante el fin de semana, hoy presentó pedido de quiebra UAL Corporation, matriz de United Airlines. Algunos expertos, empero, todavía esperan que la alemana Lufthansa –con la cual se comparten rutas- salga al rescate.

9 diciembre, 2002

Los problemas financieros de la máxima aerolínea estadounidense
-segunda en el mundo- se han complicado por un factor gremial: 55% del paquete
está en manos del personal. En cuanto a Lufthansa, si interviniese sería
el primer caso de su tipo en el negocio, especialmente tras el dictamen negativo
del comité especial creado (para ese tipo de crisis) por Washington tras
los ataques terroristas en septiembre de 2001.

Entretanto, UAL termina de armar un financiamiento de emergencia para continuar
operaciones, tarea en la cual sí está siendo apoyada por Lufthansa.
El problema clave es una deuda que ha acumulado US$ 3.000 millones desde fines
de 1999, razón por cual el gobierno no dio avales para obtener fondos frescos
por 1.800 millones.

“No vamos a quedarnos con las manos cruzadas”, reiteró en Fráncfort
Thomas Jachnow, portavoz de la empresa germana. Pero sin aclarar qué medidas
tenía en carpeta para una empresa que, como United, está perdiendo
ocho millones por día. En lo tocante a la dureza de Washington, analistas
europeos la atribuyen a dos causas: (a) el Congreso ya ha otorgado a las aerolíneas
norteamericanas asistencia por unos US$ 15.000 millones y (b) el déficit
fiscal que deja Paul O´Neill traba nuevas iniciativas.

Los problemas financieros de la máxima aerolínea estadounidense
-segunda en el mundo- se han complicado por un factor gremial: 55% del paquete
está en manos del personal. En cuanto a Lufthansa, si interviniese sería
el primer caso de su tipo en el negocio, especialmente tras el dictamen negativo
del comité especial creado (para ese tipo de crisis) por Washington tras
los ataques terroristas en septiembre de 2001.

Entretanto, UAL termina de armar un financiamiento de emergencia para continuar
operaciones, tarea en la cual sí está siendo apoyada por Lufthansa.
El problema clave es una deuda que ha acumulado US$ 3.000 millones desde fines
de 1999, razón por cual el gobierno no dio avales para obtener fondos frescos
por 1.800 millones.

“No vamos a quedarnos con las manos cruzadas”, reiteró en Fráncfort
Thomas Jachnow, portavoz de la empresa germana. Pero sin aclarar qué medidas
tenía en carpeta para una empresa que, como United, está perdiendo
ocho millones por día. En lo tocante a la dureza de Washington, analistas
europeos la atribuyen a dos causas: (a) el Congreso ya ha otorgado a las aerolíneas
norteamericanas asistencia por unos US$ 15.000 millones y (b) el déficit
fiscal que deja Paul O´Neill traba nuevas iniciativas.

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