S&P bajó de nota la deuda a largo plazo de Ford

Standard & Poor’s redujo un escalón la nota crediticia de Ford Motros. La agencia no cree que el plan de restructuración haga que la segunda automotriz de EE.UU. vuelva a ser rentable. Esto deja malparado al CEO, William Clay Ford.

26 octubre, 2002

El anuncio de S&P salió justo tras la reunión entre Craig y accionistas, cuyo objeto era promover confianza en el plan. Las obligaciones a largo plazo de la empresa fueron bajadas de BBB+ a BBB, apenas dos niveles por encima del mínimo recomendable para inversores (investment grade). La deuda consolidada de Ford ascendía el 30 de septiembre a US$ 162.000 millones y es componente decisivo en el índice crediticio de Lehman Brothers, referencia obligada para quienes administran fondos y carteras de inversión. A su vez, las notas de S&P y Moody’s determinan ese indicador.

La empresa –algunos sostienen que ya la supera Toyota en el mundo- perdió US$ 5.450 millones en 2001, a raíz de lo cual lanzó el programa en el que S&P ahora no cree. Básicamente, consiste en despidos, cirre de plantas y nuevos modelos para llegar a utilidades brutas por US$ 7.000 millones para 2005. Según analistas independientes, salvando la burbuja creada por descuentos y financiamientos sin intereses, la demanda automotriz en América septentrional seguirá reticente y Ford deberá pelear el mercado con rivales más fuertes (General Motors, Toyota) o más dinámicos (DaimlerChrysler). El mercado aguarda ahora la decisión de Moody’s.

El anuncio de S&P salió justo tras la reunión entre Craig y accionistas, cuyo objeto era promover confianza en el plan. Las obligaciones a largo plazo de la empresa fueron bajadas de BBB+ a BBB, apenas dos niveles por encima del mínimo recomendable para inversores (investment grade). La deuda consolidada de Ford ascendía el 30 de septiembre a US$ 162.000 millones y es componente decisivo en el índice crediticio de Lehman Brothers, referencia obligada para quienes administran fondos y carteras de inversión. A su vez, las notas de S&P y Moody’s determinan ese indicador.

La empresa –algunos sostienen que ya la supera Toyota en el mundo- perdió US$ 5.450 millones en 2001, a raíz de lo cual lanzó el programa en el que S&P ahora no cree. Básicamente, consiste en despidos, cirre de plantas y nuevos modelos para llegar a utilidades brutas por US$ 7.000 millones para 2005. Según analistas independientes, salvando la burbuja creada por descuentos y financiamientos sin intereses, la demanda automotriz en América septentrional seguirá reticente y Ford deberá pelear el mercado con rivales más fuertes (General Motors, Toyota) o más dinámicos (DaimlerChrysler). El mercado aguarda ahora la decisión de Moody’s.

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