Rusia se adjudica otro gasoducto y avanza en Asia central
Moscú convino con Türkmenistán otro contrato para tender un ducto e importar gas. Esto lo consolida como abastecedor de Europa occidental y frustra un proyecto norteamericano para eludir territorio ruso.
14 mayo, 2007
El presidente Vladyímir Putin se reunió este fin de semana con sus colegas de Türkmenistán y Kadzajstán, para sentar las bases de un acuerdo de suministros a subscribirse el 1 de septiembre. Los tres gobernantes también resolvieron ampliar y mejorar la red de gasoductos que atraviesa ambos países y elevar 40% el bombeo.
Rusia depende a Türkmenistán para reexportar fluido hacia Europa central y occidental. Por de pronto, ya vende el gas por más del doble de cuanto le paga a la república centroasiática. De paso, Putin busca neutralizar un proyecto norteamericano rival, el poliducto transcaspio, que hubiera reducido la dependencia europea del suministro vía territorio ruso.
Ahora, Moscú obtuvo prioridad en Türkmenistán. Pero algunos operadores europeos todavía creen que esta república puede aprovechar el proyecto estadounidense para presionar a Rusia y mejorar el precio. Entretanto, el futuro acuerdo tripartito elevará en casi 20.000 millones de m3 anuales, hacia 2012, la capacidad de abastecimiento.
Medios controlados por el Kremlin sostienen que la ampliación del gasoducto insumirá sólo unos mil millones de dólares, contra los 10.000 millones estimados para la alternativa norteamericana. Rusia ya le compra a Türkmenistán alrededor de 50.000 millones de m3 anuales, o sea 80% de su producción. Paga ese gas a razón de US$ 100 por mil m3 y lo revende a Occidente por hasta US$ 245. Gazprom, el monopolio estatal, a su vez, cubre 25% de las necesidades de la Unión Europea.
El presidente Vladyímir Putin se reunió este fin de semana con sus colegas de Türkmenistán y Kadzajstán, para sentar las bases de un acuerdo de suministros a subscribirse el 1 de septiembre. Los tres gobernantes también resolvieron ampliar y mejorar la red de gasoductos que atraviesa ambos países y elevar 40% el bombeo.
Rusia depende a Türkmenistán para reexportar fluido hacia Europa central y occidental. Por de pronto, ya vende el gas por más del doble de cuanto le paga a la república centroasiática. De paso, Putin busca neutralizar un proyecto norteamericano rival, el poliducto transcaspio, que hubiera reducido la dependencia europea del suministro vía territorio ruso.
Ahora, Moscú obtuvo prioridad en Türkmenistán. Pero algunos operadores europeos todavía creen que esta república puede aprovechar el proyecto estadounidense para presionar a Rusia y mejorar el precio. Entretanto, el futuro acuerdo tripartito elevará en casi 20.000 millones de m3 anuales, hacia 2012, la capacidad de abastecimiento.
Medios controlados por el Kremlin sostienen que la ampliación del gasoducto insumirá sólo unos mil millones de dólares, contra los 10.000 millones estimados para la alternativa norteamericana. Rusia ya le compra a Türkmenistán alrededor de 50.000 millones de m3 anuales, o sea 80% de su producción. Paga ese gas a razón de US$ 100 por mil m3 y lo revende a Occidente por hasta US$ 245. Gazprom, el monopolio estatal, a su vez, cubre 25% de las necesidades de la Unión Europea.