París: salta un presunto negociado argentino de 1997
El semanario francés Le point denunció al grupo Thales (ex ThomsonCSF) por desviar US$ 25 millones, presumiblemente a sobornos en Argentina. Esto afecta un contrato firmado en 1997.
La empresa, como su antecesora, se ocupa de electrónica, telecomunicaciones
y áreas militares. Hacia 1997, su subsidiaria argentina obtuvo el control
del espectro radioeléctrico nacional, vía una licitación
pública cuestionada por Roggio, la alemana Rhode und Schwarz, la española
Indra, la israelí Tadirán y la estadounidense TRW.
Bajo el gobierno de Carlos S. Menem, en 1996, la secretaría de Comunicaciones,
manejada por un interventor (Alberto Gabrielli), llamó a concurso público,
que se procesó en tiempo récord. Los pliegos se pusieron en venta
el 30 de diciembre, pero recién estuvieron disponibles desde el 7 de
enero de 1997. Se seleccionó una sola firma, ThomsonCSF.
La adjudicación tuvo lugar cuando Comunicaciones era ya manejada por
Germán Kammerath, actual intendente de Córdoba que, en su momento
afrontó varias causas. En especial, la del arbitrario rebalanceo tarifario
en favor de las telefónicas privadas.
Ahora, la revista parisina, con el título “Argentina y los misteriosos
circuitos de Thales”, sostiene que una financiera suiza, Finégo
-ya liquidada-, se encargó de “asistir” a ThomsonCSF por US$
135.000 mensuales en honorarios. Por esa vía, se transfirieron hasta
principios de 2002 más de US$ 25 millones, cuyo destino nunca quedó
en claro.
La sucesora local de Thomson, Thales Spectrum de Argentina (TSA), niega haber
tenido “vínculos contractuales” con Finégo. Por su parte,
“Le Point” sospecha que esos fondos se emplearon para pagar sobornos
relacionados con aquella licitación.
Mientras tanto, medios porteños subrayan rasgos similares al asunto
IBM-Banco Nación, otro caso típico de aquella época. En
ambas instancias, también se hablaba de lavado de dinero. En cuanto a
Finégo, casi no aportó asesoría ni información a
su presunta cliente francesa.
La empresa, como su antecesora, se ocupa de electrónica, telecomunicaciones
y áreas militares. Hacia 1997, su subsidiaria argentina obtuvo el control
del espectro radioeléctrico nacional, vía una licitación
pública cuestionada por Roggio, la alemana Rhode und Schwarz, la española
Indra, la israelí Tadirán y la estadounidense TRW.
Bajo el gobierno de Carlos S. Menem, en 1996, la secretaría de Comunicaciones,
manejada por un interventor (Alberto Gabrielli), llamó a concurso público,
que se procesó en tiempo récord. Los pliegos se pusieron en venta
el 30 de diciembre, pero recién estuvieron disponibles desde el 7 de
enero de 1997. Se seleccionó una sola firma, ThomsonCSF.
La adjudicación tuvo lugar cuando Comunicaciones era ya manejada por
Germán Kammerath, actual intendente de Córdoba que, en su momento
afrontó varias causas. En especial, la del arbitrario rebalanceo tarifario
en favor de las telefónicas privadas.
Ahora, la revista parisina, con el título “Argentina y los misteriosos
circuitos de Thales”, sostiene que una financiera suiza, Finégo
-ya liquidada-, se encargó de “asistir” a ThomsonCSF por US$
135.000 mensuales en honorarios. Por esa vía, se transfirieron hasta
principios de 2002 más de US$ 25 millones, cuyo destino nunca quedó
en claro.
La sucesora local de Thomson, Thales Spectrum de Argentina (TSA), niega haber
tenido “vínculos contractuales” con Finégo. Por su parte,
“Le Point” sospecha que esos fondos se emplearon para pagar sobornos
relacionados con aquella licitación.
Mientras tanto, medios porteños subrayan rasgos similares al asunto
IBM-Banco Nación, otro caso típico de aquella época. En
ambas instancias, también se hablaba de lavado de dinero. En cuanto a
Finégo, casi no aportó asesoría ni información a
su presunta cliente francesa.
