Otra demanda contra DaimlerChrysler
Los accionistas de la parte norteamericana acusan a los directivos de la firma alemana de inducir en forma fraudulenta, y con engaños, a la fusión que constituyó el grupo.
(EFE).- Poco después de que el multimillonario inversor Kirk Kerkorian presentara una demanda de US$ 8.000 millones contra DaimlerChrysler, la totalidad de los accionistas de la antigua Chrysler se unió a la querella judicial.
La firma legal de Nueva York Wolf, Haldenstein, Adler, Freeman & Herz presentó una demanda este martes, basándose en los argumentos presentados por Kerkorian, el tercer accionista de DaimlerChrysler, con 4%, según informó ayer (miércoles 29) el diario The Detroit News.
Uno de los abogados, Jeff Smith, declaró que “nos basamos en muchos de los hechos del caso presentado por Kerkorian”.
Según Kerkorian, que antes de la fusión de Chrysler con la alemana Daimler-Benz tenía 15% de las acciones, la unión de ambos grupos se basó en una serie de presuntos engaños a los accionistas de la empresa estadounidense.
En la querella se asegura que los ejecutivos de Daimler-Benz engañaron a los accionistas cuando presentaron la fusión como una transacción realizaba en igualdad de condiciones, cuando en realidad fue sólo una absorción de Chrysler por parte del grupo alemán.
Kerkorian, dueño de Tracinda Corporation, llamó además a anular la fusión de 1998 de US$ 36.000 millones entre Daimler-Benz y Chrysler.
En la demanda, presentada a nombre de Tracinda en contra de los ejecutivos de Daimler-Benz y en particular contra su presidente, Juergen Schrempp, se pide que Chrysler “sea nuevamente una corporación independiente de accionistas de Chrysler”.
En la querella de Tracinda se acusa al grupo alemán de “inducir en forma fraudulenta el voto de los accionistas de Chrysler”, para lograr una fusión.
Según Kerkorian, jamás habría votado por una fusión “de haber sabido que Daimler-Benz tenía como verdadera intención de adquirir y subyugar a Chrysler, reduciéndola a un estatus de sucursal y despedir de sus cargos a todos los ejecutivos de Chrysler”.
La demanda añade que las operaciones de Chrysler han perdido dinero, varias plantas han sido paralizadas, las relaciones con los sindicatos se han deteriorado y se esperan despidos de destacados ejecutivos en las próximas semanas.
(EFE).- Poco después de que el multimillonario inversor Kirk Kerkorian presentara una demanda de US$ 8.000 millones contra DaimlerChrysler, la totalidad de los accionistas de la antigua Chrysler se unió a la querella judicial.
La firma legal de Nueva York Wolf, Haldenstein, Adler, Freeman & Herz presentó una demanda este martes, basándose en los argumentos presentados por Kerkorian, el tercer accionista de DaimlerChrysler, con 4%, según informó ayer (miércoles 29) el diario The Detroit News.
Uno de los abogados, Jeff Smith, declaró que “nos basamos en muchos de los hechos del caso presentado por Kerkorian”.
Según Kerkorian, que antes de la fusión de Chrysler con la alemana Daimler-Benz tenía 15% de las acciones, la unión de ambos grupos se basó en una serie de presuntos engaños a los accionistas de la empresa estadounidense.
En la querella se asegura que los ejecutivos de Daimler-Benz engañaron a los accionistas cuando presentaron la fusión como una transacción realizaba en igualdad de condiciones, cuando en realidad fue sólo una absorción de Chrysler por parte del grupo alemán.
Kerkorian, dueño de Tracinda Corporation, llamó además a anular la fusión de 1998 de US$ 36.000 millones entre Daimler-Benz y Chrysler.
En la demanda, presentada a nombre de Tracinda en contra de los ejecutivos de Daimler-Benz y en particular contra su presidente, Juergen Schrempp, se pide que Chrysler “sea nuevamente una corporación independiente de accionistas de Chrysler”.
En la querella de Tracinda se acusa al grupo alemán de “inducir en forma fraudulenta el voto de los accionistas de Chrysler”, para lograr una fusión.
Según Kerkorian, jamás habría votado por una fusión “de haber sabido que Daimler-Benz tenía como verdadera intención de adquirir y subyugar a Chrysler, reduciéndola a un estatus de sucursal y despedir de sus cargos a todos los ejecutivos de Chrysler”.
La demanda añade que las operaciones de Chrysler han perdido dinero, varias plantas han sido paralizadas, las relaciones con los sindicatos se han deteriorado y se esperan despidos de destacados ejecutivos en las próximas semanas.
