Nissan y Chrysler, en vísperas de un acuerdo estratégico

El ala japonesa de la alianza Nissan-Renault (tercera automotriz en el Sol naciente) y su contraparte norteamericana plantean intercambiar tecnologías. El objeto es desarrollar una serie de vehículos, señalan allegados a ambas.

14 diciembre, 2007

Las negociaciones se centran en camiones, camionetas, autos chicos y motores. Nissan va en pos de la experiencia de Chrysler en vehículos grandes. Por el contrario, la compañía en poder del fondo especulativo Cerberus Capital –aún no termina de pagarla- se interesa en coches pequeños, exótico en Detroit.

Este eventual acuerdo les sería muy útil a las dos para ahorrar en costos. Chrysler ha estado dos años afrontando pérdidas y debió dejar el malhadado matrimonio de 1998 con Daimler Benz. Por otra parte, es bueno tener otro socio a mano, por si la compra apalancada de Cerberus fracasa.

En cuanto a Nissan, su alianza con Renault tiene problemas propios. Verbigracia, la japonesa sufre 16% de declive accionario en cuanto va de 2007 hasta principios de este mes. El posible convenio –no prevé canjes accionarios- se añadiría a una serie de emprendimientos conjuntos tendiente a expandir líneas y operar plantas invirtiendo lo menos posible.

Días atrás, Nissan informó que, desde 2008, haría motos chicas para Suzuki en Estados Unidos. Curiosamente, Chrysler se propone armar combis Vokswagen en Canadá. Poco antes, el cuestionado director ejecutivo Roberto Nardelli (despedido meses antes de Home Depot) revelaba que las pérdidas de este año en Chrysler sumarán US$ 1.600 millones, 135% sobre los 680 millones de 2006. Un dato llamativo: Carlos Ghosn, CEO de Nissan-Renault, intentó en 2006 tomar una parte de General Motors.

Las negociaciones se centran en camiones, camionetas, autos chicos y motores. Nissan va en pos de la experiencia de Chrysler en vehículos grandes. Por el contrario, la compañía en poder del fondo especulativo Cerberus Capital –aún no termina de pagarla- se interesa en coches pequeños, exótico en Detroit.

Este eventual acuerdo les sería muy útil a las dos para ahorrar en costos. Chrysler ha estado dos años afrontando pérdidas y debió dejar el malhadado matrimonio de 1998 con Daimler Benz. Por otra parte, es bueno tener otro socio a mano, por si la compra apalancada de Cerberus fracasa.

En cuanto a Nissan, su alianza con Renault tiene problemas propios. Verbigracia, la japonesa sufre 16% de declive accionario en cuanto va de 2007 hasta principios de este mes. El posible convenio –no prevé canjes accionarios- se añadiría a una serie de emprendimientos conjuntos tendiente a expandir líneas y operar plantas invirtiendo lo menos posible.

Días atrás, Nissan informó que, desde 2008, haría motos chicas para Suzuki en Estados Unidos. Curiosamente, Chrysler se propone armar combis Vokswagen en Canadá. Poco antes, el cuestionado director ejecutivo Roberto Nardelli (despedido meses antes de Home Depot) revelaba que las pérdidas de este año en Chrysler sumarán US$ 1.600 millones, 135% sobre los 680 millones de 2006. Un dato llamativo: Carlos Ghosn, CEO de Nissan-Renault, intentó en 2006 tomar una parte de General Motors.

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