Preparan un minicanje de deuda

Jaime Valdivia, del Banco Morgan Stanley, afirmó que el Gobierno podría encarar la operación, por un monto "muy modesto", después de las elecciones de octubre.

5 septiembre, 2001

(NA). – El jefe de Estrategia de Deuda Soberana del Banco Morgan Stanley, Jaime Valdivia, insistió hoy (miércoles 5) en que el Gobierno “podría encarar un canje de deuda después de las elecciones de octubre”, por un monto que sería “muy modesto” frente a los US$ 30.000 millones del megacanje.

“Un canje de deuda como el que vimos hace poco por casi US$ 30.000 millones, podría ser después de las elecciones”, aunque estimó que “el ambiente político va a estar tan difícil que obviamente no va a contar con un banco coordinador”.

De esta manera, el economista consideró que el coordinador de ese canje sería el propio Gobierno “dado que ha habido un gran ruido por las comisiones cobradas por el anterior canje”.

No obstante, Valdivia adelantó que la operación “será de un tamaño muy modesto, no espero nada espectacular. Hay una gran preocupación (en el exterior) por el cumplimiento de las metas fiscales, especialmente por el cuarto trimestre”.

A criterio de Valdivia, “no hay mucho margen de maniobra” y por ese motivo consideró que “a fin de año vamos a tener ajustes adicionales” en salarios y jubilaciones para poder cumplir con las metas. El porcentaje de los recortes, añadió, “dependerá de cómo vayan los números de septiembre”.

Advirtió en ese sentido que si bien el Gobierno cuenta con una pequeña recuperación de la economía en el cuarto trimestre, si esto no ocurre “va a tener que haber recortes”.

“No sólo eso –apuntó–, para el 2002, el Gobierno prevé que a pesar de que la economía crezca 3,5% real, el ingreso fiscal y la recaudación no van a crecer” por el impacto “de los planes de competitividad”.

El jefe de estrategia advirtió además que desde Morgan Stanley no recomiendan la reestructuración de la deuda porque esto implica “cambiar los contratos existentes en toda la deuda pública argentina”.

Precisó que de los US$ 128.000 millones de deuda argentina, 90.000 millones están en bonos cuyos contratos tienen cláusulas denominadas ´cross default´ por las cuales “si hacen una reestructuración de un bono en particular estos cambios se extenderían a otros bonos del mismo emisor de acuerdo con el contrato que tenga cada uno de esos bonos”.

Si la Argentina decide reprogramar su deuda lo prioritario para el especialista es “atacar la carga de pago de intereses”, que comparado con cualquier parámetro “es extremadamente alto”.

(NA). – El jefe de Estrategia de Deuda Soberana del Banco Morgan Stanley, Jaime Valdivia, insistió hoy (miércoles 5) en que el Gobierno “podría encarar un canje de deuda después de las elecciones de octubre”, por un monto que sería “muy modesto” frente a los US$ 30.000 millones del megacanje.

“Un canje de deuda como el que vimos hace poco por casi US$ 30.000 millones, podría ser después de las elecciones”, aunque estimó que “el ambiente político va a estar tan difícil que obviamente no va a contar con un banco coordinador”.

De esta manera, el economista consideró que el coordinador de ese canje sería el propio Gobierno “dado que ha habido un gran ruido por las comisiones cobradas por el anterior canje”.

No obstante, Valdivia adelantó que la operación “será de un tamaño muy modesto, no espero nada espectacular. Hay una gran preocupación (en el exterior) por el cumplimiento de las metas fiscales, especialmente por el cuarto trimestre”.

A criterio de Valdivia, “no hay mucho margen de maniobra” y por ese motivo consideró que “a fin de año vamos a tener ajustes adicionales” en salarios y jubilaciones para poder cumplir con las metas. El porcentaje de los recortes, añadió, “dependerá de cómo vayan los números de septiembre”.

Advirtió en ese sentido que si bien el Gobierno cuenta con una pequeña recuperación de la economía en el cuarto trimestre, si esto no ocurre “va a tener que haber recortes”.

“No sólo eso –apuntó–, para el 2002, el Gobierno prevé que a pesar de que la economía crezca 3,5% real, el ingreso fiscal y la recaudación no van a crecer” por el impacto “de los planes de competitividad”.

El jefe de estrategia advirtió además que desde Morgan Stanley no recomiendan la reestructuración de la deuda porque esto implica “cambiar los contratos existentes en toda la deuda pública argentina”.

Precisó que de los US$ 128.000 millones de deuda argentina, 90.000 millones están en bonos cuyos contratos tienen cláusulas denominadas ´cross default´ por las cuales “si hacen una reestructuración de un bono en particular estos cambios se extenderían a otros bonos del mismo emisor de acuerdo con el contrato que tenga cada uno de esos bonos”.

Si la Argentina decide reprogramar su deuda lo prioritario para el especialista es “atacar la carga de pago de intereses”, que comparado con cualquier parámetro “es extremadamente alto”.

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