Mitsubishi resiste ante DaimlerChrysler

El aumento del porcentaje de la compañía alemana en la japonesa, tras comprar la participación de Volvo, permitirá avances tecnológicos en el mercado asiático. Mitsubishi anunció que mantendrá en control de la empresa.

13 abril, 2001

(EFE).- Mitsubishi Motors mantendrá el control pese a que DaimlerChrysler se convertirá en su mayor accionista al comprar la participación de Volvo, indicó la compañía japonesa en un comunicado.

Mitsubishi añadió que no habrá cambios estructurales en la empresa y que se mantendrá el número de ejecutivos extranjeros en el consejo de dirección, tras anunciar que DaimlerChrysler pagará US$ 297 millones por 3,3% que tenía Volvo en Mitsubishi, con lo que eleva de 34 a 37,3% su participación en el capital.

DaimlerChrysler, que no tiene una línea de vehículos de baja cilindrada y carece de una red de comercialización en Asia, acordó el año pasado aliarse con Mitsubishi, en una negociación que tuvo como fondo el escándalo de ocultación sistemática de defectos de fabricación de la firma nipona.

La alianza de Mitsubishi y DaimlerChrysler fue el inicio de una relación conflictiva debido a la intensa competencia en el sector de los camiones entre el fabricante euro-americano y Volvo.

En noviembre de 1999 el fabricante sueco compró 5% de Mitsubishi Motors y aunque se comprometió a elevar el porcentaje a 19,9% en la división de camiones y autobuses, debió reducirla a 3,3% al entrar DaimlerChrysler.

Mitsubishi enfatizó que el avance de participación de DaimlerChrysler profundiza la cooperación tecnológica que dará su primer fruto en 2004 con un coche de baja cilindrada y poco contaminante.

En el aspecto comercial, el aumento del porcentaje de DaimlerChrysler en Mitsubishi significa la transferencia de la distribución de vehículos que antes hacía Volvo a los canales del fabricante germano-estadounidense.

Los acuerdos de distribución del camión liviano Canter de Mitsubishi, que Volvo Trucks y sus concesionarios tienen en Sudamérica y en el sur de Europa, los asumirá DaimlerChrysler a partir de noviembre de este año.

Aunque en el acuerdo inicial entre DaimlerChrysler y Mitsubishi se afirmó que la alianza solo era válida para la división de turismos de la empresa japonesa, el aumento de porcentaje abre las puertas al fabricante occidental a un sector en el que la firma nipona controla 30% de su mercado nativo.

La división de camiones y autobuses, Mitsubishi Fuso, alcanzó el año pasado en Japón ventas de 154.000 unidades.

Los especialistas japoneses del motor consideran que tras el escándalo de la ocultación durante casi 30 años de quejas de clientes que pidieron reparar defectos de fabricación, Mitsubishi se beneficiará del prestigio tecnológico de DaimlerChrysler.

Fumio Ogawa, editor de la revista Car Graphic, señala que un alto porcentaje de los compradores de automóviles pequeños de Mitsubishi en Japón son mujeres, un sector del mercado que “no olvida tan pronto como los hombres los fraudes cometidos por las empresas”.

Como consecuencia, añade Ogawa, la alianza con DaimlerChrysler y la reputación de su riguroso control de calidad ayudarán a restaurar la fama perdida de Mitsubishi.

En automóviles, DaimlerChrysler y Mitsubishi tienen una cuota conjunta del mercado japonés de 10,8% y de 9,4% en otras regiones del Pacífico asiático.

DaimlerChrsyler, con ventas anuales de 4,9 millones de unidades y Mitsubishi con unos 2 millones de vehículos, darán origen al tercer productor mundial de automóviles, por detrás de las norteamericanas General Motors y Ford, y por delante de Toyota y de la marca germana Volkswagen.

Pese a las advertencias de Mitsubishi, los especialistas dudan de que tras el aumento de capital en manos de DaimlerChrysler el fabricante nipón conserve su independencia por mucho tiempo, y citan precedentes de rescates de firmas extranjeras del motor a japonesas en crisis, como Renault en Nissan y Ford en Mazda.

(EFE).- Mitsubishi Motors mantendrá el control pese a que DaimlerChrysler se convertirá en su mayor accionista al comprar la participación de Volvo, indicó la compañía japonesa en un comunicado.

Mitsubishi añadió que no habrá cambios estructurales en la empresa y que se mantendrá el número de ejecutivos extranjeros en el consejo de dirección, tras anunciar que DaimlerChrysler pagará US$ 297 millones por 3,3% que tenía Volvo en Mitsubishi, con lo que eleva de 34 a 37,3% su participación en el capital.

DaimlerChrysler, que no tiene una línea de vehículos de baja cilindrada y carece de una red de comercialización en Asia, acordó el año pasado aliarse con Mitsubishi, en una negociación que tuvo como fondo el escándalo de ocultación sistemática de defectos de fabricación de la firma nipona.

La alianza de Mitsubishi y DaimlerChrysler fue el inicio de una relación conflictiva debido a la intensa competencia en el sector de los camiones entre el fabricante euro-americano y Volvo.

En noviembre de 1999 el fabricante sueco compró 5% de Mitsubishi Motors y aunque se comprometió a elevar el porcentaje a 19,9% en la división de camiones y autobuses, debió reducirla a 3,3% al entrar DaimlerChrysler.

Mitsubishi enfatizó que el avance de participación de DaimlerChrysler profundiza la cooperación tecnológica que dará su primer fruto en 2004 con un coche de baja cilindrada y poco contaminante.

En el aspecto comercial, el aumento del porcentaje de DaimlerChrysler en Mitsubishi significa la transferencia de la distribución de vehículos que antes hacía Volvo a los canales del fabricante germano-estadounidense.

Los acuerdos de distribución del camión liviano Canter de Mitsubishi, que Volvo Trucks y sus concesionarios tienen en Sudamérica y en el sur de Europa, los asumirá DaimlerChrysler a partir de noviembre de este año.

Aunque en el acuerdo inicial entre DaimlerChrysler y Mitsubishi se afirmó que la alianza solo era válida para la división de turismos de la empresa japonesa, el aumento de porcentaje abre las puertas al fabricante occidental a un sector en el que la firma nipona controla 30% de su mercado nativo.

La división de camiones y autobuses, Mitsubishi Fuso, alcanzó el año pasado en Japón ventas de 154.000 unidades.

Los especialistas japoneses del motor consideran que tras el escándalo de la ocultación durante casi 30 años de quejas de clientes que pidieron reparar defectos de fabricación, Mitsubishi se beneficiará del prestigio tecnológico de DaimlerChrysler.

Fumio Ogawa, editor de la revista Car Graphic, señala que un alto porcentaje de los compradores de automóviles pequeños de Mitsubishi en Japón son mujeres, un sector del mercado que “no olvida tan pronto como los hombres los fraudes cometidos por las empresas”.

Como consecuencia, añade Ogawa, la alianza con DaimlerChrysler y la reputación de su riguroso control de calidad ayudarán a restaurar la fama perdida de Mitsubishi.

En automóviles, DaimlerChrysler y Mitsubishi tienen una cuota conjunta del mercado japonés de 10,8% y de 9,4% en otras regiones del Pacífico asiático.

DaimlerChrsyler, con ventas anuales de 4,9 millones de unidades y Mitsubishi con unos 2 millones de vehículos, darán origen al tercer productor mundial de automóviles, por detrás de las norteamericanas General Motors y Ford, y por delante de Toyota y de la marca germana Volkswagen.

Pese a las advertencias de Mitsubishi, los especialistas dudan de que tras el aumento de capital en manos de DaimlerChrysler el fabricante nipón conserve su independencia por mucho tiempo, y citan precedentes de rescates de firmas extranjeras del motor a japonesas en crisis, como Renault en Nissan y Ford en Mazda.

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