Mitsubishi podría ser absorbida

La compañía podría quedar en manos de empresas extranjeras mayores debido a las constantes alianzas que realiza, incluso con empresas que compiten entre sí.

13 septiembre, 2000

(EFE).- La estrategia de Mitsubishi Motors de enfrentar a Volvo contra DaimlerChrysler aliándose con ambos a la vez, puede terminar con la absorción del fabricante japonés por parte de las firmas extranjeras, según explicaron hoy (miércoles 13) analistas del sector.

Aliarse al mismo tiempo con los dos gigantes mundiales del motor, fue un plan del presidente de Mitsubishi, Katsuhiko Kawasoe, quien lo justificó en su momento como la estrategia de un país pequeño que busca sobrevivir entre los grandes.

Sin embargo, Mitsubishi se ha debilitado por el escándalo de la ocultación sistemática de las quejas de sus clientes y de las reparaciones de vehículos con defectos de fabricación, y debió rebajar 10% el precio acordado para la venta de 34% de su capital a DaimlerChrysler, quien además enviará a uno de sus ejecutivos para un cargo directivo en la firma nipona.

Fuentes del sector aseguran que el fortalecimiento dentro de Mitsubishi preocupa a la sueca Volvo, compradora de 5% del capital del fabricante japonés, con el que planea iniciar la producción conjunta de camiones y autobuses el próximo año.

El diario económico Nihon Keizai calificó de “retorcida” la estrategia de Mitsubishi al enfrentar a dos empresas que mantienen una competencia feroz por el liderazgo del mercado mundial.

Los expertos temen que la situación de Mitsubishi se agrave tras la dimisión de Kawasoe quien, a consecuencia del escándalo de encubrimiento de defectos de fabricación, dejará su cargo el 1 de noviembre.

Kawasoe fue el gestor de las alianzas con las dos firmas extranjeras y su sucesor, Takashi Sonobe, ex directivo de Mitsubishi en Estados Unidos, está más familiarizado con DaimlerChrysler que con Volvo.

Aparte de un descenso en las ventas, que ya alcanzó 3,6% en los primeros ocho meses del 2000 respecto al año anterior, Mitsubishi se deberá enfrentar a la desconfianza de los consumidores y de los inversores.

La firma de calificación de riesgo inversor Standard & Poor´s (S&P), anunció recientemente que mantendrá bajo cuidadoso escrutinio el nivel crediticio de Mitsubishi debido al “efecto demoledor” que el escándalo tendrá sobre el prestigio de sus productos.

(EFE).- La estrategia de Mitsubishi Motors de enfrentar a Volvo contra DaimlerChrysler aliándose con ambos a la vez, puede terminar con la absorción del fabricante japonés por parte de las firmas extranjeras, según explicaron hoy (miércoles 13) analistas del sector.

Aliarse al mismo tiempo con los dos gigantes mundiales del motor, fue un plan del presidente de Mitsubishi, Katsuhiko Kawasoe, quien lo justificó en su momento como la estrategia de un país pequeño que busca sobrevivir entre los grandes.

Sin embargo, Mitsubishi se ha debilitado por el escándalo de la ocultación sistemática de las quejas de sus clientes y de las reparaciones de vehículos con defectos de fabricación, y debió rebajar 10% el precio acordado para la venta de 34% de su capital a DaimlerChrysler, quien además enviará a uno de sus ejecutivos para un cargo directivo en la firma nipona.

Fuentes del sector aseguran que el fortalecimiento dentro de Mitsubishi preocupa a la sueca Volvo, compradora de 5% del capital del fabricante japonés, con el que planea iniciar la producción conjunta de camiones y autobuses el próximo año.

El diario económico Nihon Keizai calificó de “retorcida” la estrategia de Mitsubishi al enfrentar a dos empresas que mantienen una competencia feroz por el liderazgo del mercado mundial.

Los expertos temen que la situación de Mitsubishi se agrave tras la dimisión de Kawasoe quien, a consecuencia del escándalo de encubrimiento de defectos de fabricación, dejará su cargo el 1 de noviembre.

Kawasoe fue el gestor de las alianzas con las dos firmas extranjeras y su sucesor, Takashi Sonobe, ex directivo de Mitsubishi en Estados Unidos, está más familiarizado con DaimlerChrysler que con Volvo.

Aparte de un descenso en las ventas, que ya alcanzó 3,6% en los primeros ocho meses del 2000 respecto al año anterior, Mitsubishi se deberá enfrentar a la desconfianza de los consumidores y de los inversores.

La firma de calificación de riesgo inversor Standard & Poor´s (S&P), anunció recientemente que mantendrá bajo cuidadoso escrutinio el nivel crediticio de Mitsubishi debido al “efecto demoledor” que el escándalo tendrá sobre el prestigio de sus productos.

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