Italia: un megaescándalo en el negocio del fútbol

Tres instancias han abierto sumarios contra varios clubes de fútbol, por falsificar documentos para inscribirse en el campeonato italiano. Los incoados son, por ahora, Cosenza, Napoli, Roma y Spal.

7 agosto, 2003

La Comisión Nacional de Bolsa y Valores (Consob), Federcalcio -la AFA peninsular-
y la justicia ordinaria investigan una masa de documentos falsificados o alterados,
para permitir que varios clubes se anotasen en el campeonato. La intervención
de la Consob se explica porque algunas entidades cotizan en el mercado.

Además de firmas trucadas, también se habían presentado
garantías fiduciarias falsas. El megaescándalo, por tanto, se
centra en Covisoc -reguladora- y la sociedad SBC, que maneja los campeonatos.
Las instituciones, la FIGC y Covisoc, han abierto sumarios de oficio que involucran
a la SBC. Anoche empezaban a circular nombres, revelados por la Roma.

"No pienso renunciar, porque no estoy comprometido. Pero acá se
han cometido delitos", sostenía Franco Carraro, presidente de la
FIGC y sospechoso principal. También afronta problemas Gianni Letta,
director ejecutivo. Por otra parte, lo de Covisoc es más serio, dado
que es mandataria contable de Federcalcio.

Algunos clubes arriesgan quedar excluidos del campeonato y el asunto se politiza.
En efecto, dos miembros del gabinete Berlusconi (don Silvio es virtual dueño
del Inter) exigían ayer la dimisión de Carraro. Además,
la coalición del "premier" (Forza Italia, nombre de suyo patriotero
y algo fascista) está muy vinculada al negocio futbolero. Otro factor
complica las cosas: algunos cuadros representan a ciudades o "patrias chicas"
y sus hinchas son muy fanáticos.

La Comisión Nacional de Bolsa y Valores (Consob), Federcalcio -la AFA peninsular-
y la justicia ordinaria investigan una masa de documentos falsificados o alterados,
para permitir que varios clubes se anotasen en el campeonato. La intervención
de la Consob se explica porque algunas entidades cotizan en el mercado.

Además de firmas trucadas, también se habían presentado
garantías fiduciarias falsas. El megaescándalo, por tanto, se
centra en Covisoc -reguladora- y la sociedad SBC, que maneja los campeonatos.
Las instituciones, la FIGC y Covisoc, han abierto sumarios de oficio que involucran
a la SBC. Anoche empezaban a circular nombres, revelados por la Roma.

"No pienso renunciar, porque no estoy comprometido. Pero acá se
han cometido delitos", sostenía Franco Carraro, presidente de la
FIGC y sospechoso principal. También afronta problemas Gianni Letta,
director ejecutivo. Por otra parte, lo de Covisoc es más serio, dado
que es mandataria contable de Federcalcio.

Algunos clubes arriesgan quedar excluidos del campeonato y el asunto se politiza.
En efecto, dos miembros del gabinete Berlusconi (don Silvio es virtual dueño
del Inter) exigían ayer la dimisión de Carraro. Además,
la coalición del "premier" (Forza Italia, nombre de suyo patriotero
y algo fascista) está muy vinculada al negocio futbolero. Otro factor
complica las cosas: algunos cuadros representan a ciudades o "patrias chicas"
y sus hinchas son muy fanáticos.

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