Goldman veda a sus ejecutivos figurar en otros directorios

La firma de valores y banca de inversión Goldman Sachs ha prohibido a sus altos ejecutivos figurar en directorios de cotizantes bursátiles. Así busca prevenir infidencias y conflictos de intereses.

30 octubre, 2003

Hace dos días, Robert Hormats -vicepresidente en GS para operaciones internacionales-
ya abandonaba la junta de Human Genome Sciences, una biotecnológica. Esto
confirmó la veda. De otro modo, Hormats hubiera debido renunciar en GS.

Según portavoces de la firma, “nunca fue política nuestra alentar
a los ejecutivos para que ingresasen en directorios de empresas registradas en
Wall Street o la Bolsa de Londres. Pero tampoco lo prohibíamos”.
Hoy, causas judiciales y sumarios administrativos se centran en las juntas directivas
y sus vasos comunicantes.

Esto es, los nexos personales entre empresas, firmas de valores, bancos y bancas
de inversión, que suelen redundar en perjuicio de accionistas e inversores.

Lo de Hormats es apenas la punta del témpano. Pese a las “aclaraciones
” de los voceros, la nueva política puede afectar a nada menos que
1.125 ejecutivos. Por de pronto, los que dirigen departamentos o divisiones tienen
algunos días para abandonar otros directorios.

Pero no todo es tan claro. La veda no abarca a quienes operen en otras unidades
de banca, inviertan en otras empresas o asistan en su manejo. Por suerte para
él, Henry Paulson -CEO de Goldman Sachs- sólo tiene ese trabajo.

Algunos suspicaces relacionan la prohibición a un escandalete en el sector
financiero. Sucede que Guillermo García Simón, ex funcionario de
BankBoston en Buenos Aires, sabía que Bank of America iba a comprar FleetBoston
(la matriz) y aprovechó para comprar opciones accionarias antes de conocerse
la novedad. Esto subraya el peligro de infidencias entre bancas, firmas de valores
y ejecutivos de empresas.

Hace dos días, Robert Hormats -vicepresidente en GS para operaciones internacionales-
ya abandonaba la junta de Human Genome Sciences, una biotecnológica. Esto
confirmó la veda. De otro modo, Hormats hubiera debido renunciar en GS.

Según portavoces de la firma, “nunca fue política nuestra alentar
a los ejecutivos para que ingresasen en directorios de empresas registradas en
Wall Street o la Bolsa de Londres. Pero tampoco lo prohibíamos”.
Hoy, causas judiciales y sumarios administrativos se centran en las juntas directivas
y sus vasos comunicantes.

Esto es, los nexos personales entre empresas, firmas de valores, bancos y bancas
de inversión, que suelen redundar en perjuicio de accionistas e inversores.

Lo de Hormats es apenas la punta del témpano. Pese a las “aclaraciones
” de los voceros, la nueva política puede afectar a nada menos que
1.125 ejecutivos. Por de pronto, los que dirigen departamentos o divisiones tienen
algunos días para abandonar otros directorios.

Pero no todo es tan claro. La veda no abarca a quienes operen en otras unidades
de banca, inviertan en otras empresas o asistan en su manejo. Por suerte para
él, Henry Paulson -CEO de Goldman Sachs- sólo tiene ese trabajo.

Algunos suspicaces relacionan la prohibición a un escandalete en el sector
financiero. Sucede que Guillermo García Simón, ex funcionario de
BankBoston en Buenos Aires, sabía que Bank of America iba a comprar FleetBoston
(la matriz) y aprovechó para comprar opciones accionarias antes de conocerse
la novedad. Esto subraya el peligro de infidencias entre bancas, firmas de valores
y ejecutivos de empresas.

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