GM revisa el plan Colaninno, pero avanza la escisión de Fiat Auto

Abogados de General Motors y Franzo Grande Stevens, vice de Fiat SpA, examinan la propuesta de Roberto Colaninno para “mantener italiana a Fiat Auto”. Pero ya tiene luz verde su escisión y la integración con GM, un plan de € 5.000 millones.

18 enero, 2003

Un detalle advertido por Stevens es que el esquema “nacionalista” de Colaninno –allegado al “premier” Silvio Berlusconi- podría costar hasta € 10.000 millones, no los 8.000 millones estimados al lanzarse la propuesta. Su presentación formal, aparte, insiste en que casi todo el financiamiento salga de activos vendidos o a vender por el holding. Pero el compromiso subscripto en mayo con los bancos acreedores –a cambio de € 3.000 millones en fondos frescos- establece que esos ingresos se aplicarán a reducir el endeudamiento de la empresa.

La propuesta Colaninno debiera ser aprobada, todavía, por el consejo de administración de Fiat SpA (el “lingotto”). Pero su cúpula –el presidente Paolo Fresco y el administrador delegado Alessandro Barberis- están en Nueva York negociando con el CEO de GM, Richard Wagoner, la escisión de Fiat Auto. Su clave: una recapitalización por € 5.000 millones, para la cual piden un aporte de GM. A cambio, el gigante automotor ingresará en la futura empresa separada.

Esta variante había sido ya acordada, en Turín, con los cuatro máximos acreedores del grupo. A partir de ello, Fresco y Barberis proponen una alianza formal con GM. Según un esquema elaborado el miércoles entre la banca Sanpaolo IMI (principal acreedora) y la consultora Lazard Frères, Fiat SpA recompra el 20% de GM en Fiat Auto y, una vez escindida, le cede a Detroit 50% del futuro paquete. Mientras tanto, el paquete del grupo sufrirá modificaciones.

Un detalle advertido por Stevens es que el esquema “nacionalista” de Colaninno –allegado al “premier” Silvio Berlusconi- podría costar hasta € 10.000 millones, no los 8.000 millones estimados al lanzarse la propuesta. Su presentación formal, aparte, insiste en que casi todo el financiamiento salga de activos vendidos o a vender por el holding. Pero el compromiso subscripto en mayo con los bancos acreedores –a cambio de € 3.000 millones en fondos frescos- establece que esos ingresos se aplicarán a reducir el endeudamiento de la empresa.

La propuesta Colaninno debiera ser aprobada, todavía, por el consejo de administración de Fiat SpA (el “lingotto”). Pero su cúpula –el presidente Paolo Fresco y el administrador delegado Alessandro Barberis- están en Nueva York negociando con el CEO de GM, Richard Wagoner, la escisión de Fiat Auto. Su clave: una recapitalización por € 5.000 millones, para la cual piden un aporte de GM. A cambio, el gigante automotor ingresará en la futura empresa separada.

Esta variante había sido ya acordada, en Turín, con los cuatro máximos acreedores del grupo. A partir de ello, Fresco y Barberis proponen una alianza formal con GM. Según un esquema elaborado el miércoles entre la banca Sanpaolo IMI (principal acreedora) y la consultora Lazard Frères, Fiat SpA recompra el 20% de GM en Fiat Auto y, una vez escindida, le cede a Detroit 50% del futuro paquete. Mientras tanto, el paquete del grupo sufrirá modificaciones.

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