General Motors y Chrysler: ¿bancarrotas preventivas?
La primera y la tercera automotrices de Detroit quizá sean obligadas por el gobierno federal a pedir quiebra. La medida tiende a asegurar el repago de los US$ 17.400 millones en rescates. Ambas empresas sostienen que eso las borraría del mapa.
10 febrero, 2009
<p>Por el momento, los contribuyentes cuyo dinero se ha usado –pero que carecen de “lobbies”- quedan en segundo plano ante acreedores como Citigroup, JPMorgan Chase o Goldman Sachs. Así señalan acuerdos de financiamiento revelados en el sitio web de la propia Secretaría de Hacienda.</p>
<p>Para devolver protagonismo al público norteamericano, Washington ha contratado un estudio jurídico. Su misión será dar vuelta en forma consensuada la lista de prioridades de repago y poner los banqueros detrás. </p>
<p>Si no resulta posible, restará una opción dura: forzar la bancarrota de ambas compañías como condición para ulteriores auxilios al sector. El estado financiará los concursos mediante préstamos sujetos a la exigencia de otorgarle –y por su intermedio al contribuyente- precedencia sobre otros acreedores. El mecanismo se llama en inglés “<em>debtor in possession</em>” y su puesta en práctica estaría en manos de Baker & Hostetler. </p>
<p>Lógicamente, las automotrices afirman que cualquier variante de la ley federal para concursos y quiebras (Chapter XI) asustaría a eventuales compradores y llevaría a la liquidación. Pero tienen sólo hasta el martes 17 para presentar sus propios planes al Congreso, basados en reestructuraciones para asegura el repago de deudas.</p>
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