Exxon Mobil: más caja que Microsoft, aunque inmerecida

El alza especulativa de hidrocarburos –fomentada por las grandes compañías y la agresividad de Washington en Levante- hace que las utilidades de Exxon Mobil marquen récords. También le permiten desplazar a Microsoft como fuente de efectivo.

17 mayo, 2006

La mayor petrolera del mundo y el resto de las líderes (inclusive la estatal Gazprom, segunda del mundo en capitalización bursátil) van en vías de juntar pilas de caja, o sea potenciales fuentes de capital para la inagotable codicia de las bolsas principales. De hecho, cabe sospechar que los inexplicables récords en Wall Street, Fráncofrt, Londres, San Pablo y otras pizarras obedecen no a balances exitosos, sino a meras expectativas de liquidez adicional.

Por supuesto, la alcancía de Exxon Mobil no se ve tan repleta como la del fondo especulativo Berkshire Hathaway (controlado por Warren Buffett) ni como la de William Gates, pero se acerca peligrosamente al nivel de éste. Claro, Buffett es un anacronismo viviente que no distribuye dividendos, algo q ue sí hacen sus rivales en la cima. Por ejemplo, si EM hubiese imitado a BH –algo que en realidad no podría hacer- su “fortuna” sería superior a las de Gates y Buffett. En cuanto al primero, recién reparte dividendos (mayormente a él mismo y sus socios ) desde 2005.

A fin de marzo, por cierto, EM había acumulado casi US$ 32.000 millones en efectivo, o sea 12% sobre los 28.600 millones al terminar 2005. Así admite la petrolera en el informe rutinario elevado a la Securities & exchange commission (SEC, comisión federal de valores). La cifra se aproxima nuchi a los US$ 34.800 millones de Microsoft, cuyo sector no vive un aumento artificial de precios basado en una crisis geopolìtica.

En realidad, la caja de EM llegaría a US$ 37.000 millones si la empresa no hubiese apartado 5.000 millones para cubrir gastos vinculado a una causa judicial. En cuanto a BH, dispone de casi US$ 43.000 millones líquidos, según estimaciones de la SEC y la consultora Capital IQ. Naturalmente, bancos, aseguradora y otras entidades financieras juntan sumas altas en caja. Varias firmas incluidas en el holding de Buffett son de ese tipo, pero el anciano multimillonario también posee empresas industriales tecnológicas.

La “fortuna” de Exxon Mobil es un activo financiero, pero un pasivo en términos sociales y políticos. Eso empieza a sentirlo la Casa Blanca: George W.Bush pierde velozmente imagen por sus errores en Levante y el aumento de los combustibles en Estados Unidos. Entretanto, las petroleras son objeto de crecientes críticas y denuncias públicas, inclusive en el congreso. Su pecado clave: no haber invertido lo bastante como para explorar en pos de reservas y elevar su producción, por lo cual los norteamericanos dependen cada día más de volátiles proveedores externos.

“Si tuviésemos un Franklin D.Roosevelt en lugar de un Bush –ironiza la revista “New Yorker”-, estaría haciendo lo que hoy hacen Hugo Chávez en Venezuela o Evo Morales en Bolivia. Aun sin llegar a esos extremos, Roosevelt imitaría a Brasil, que no ha privatizado la estatal Petrobrás”. Sin reflejos, EM replica que “la extracción no depende sólo de las inversiones, sino de elegir proyectos y llevarlos bien a cabo”. Pero, claro, las grandes petroleras –salvo la rusa- no parecen hacer eso.

En materia de promesas, Exxon Mobil proyecta invertir unos US$ 100.000 en el lapso 2006-10 y “desarrollar nuevo recursos”. Eso implica 20.000 millones anuales, un monto similar al de 2005, que no parece suficiente para mejorar la oferta de hidrocarburos dentro o fuera de EE.UU. Tampoco refleja las ganancias del primer trimestre, US$ 8.400 millones, ni el flujo de caja (14.600 millones). Las respectivas proyecciones anuales son increíbles: US$ 33.600 y 58.400 millones.

La mayor petrolera del mundo y el resto de las líderes (inclusive la estatal Gazprom, segunda del mundo en capitalización bursátil) van en vías de juntar pilas de caja, o sea potenciales fuentes de capital para la inagotable codicia de las bolsas principales. De hecho, cabe sospechar que los inexplicables récords en Wall Street, Fráncofrt, Londres, San Pablo y otras pizarras obedecen no a balances exitosos, sino a meras expectativas de liquidez adicional.

Por supuesto, la alcancía de Exxon Mobil no se ve tan repleta como la del fondo especulativo Berkshire Hathaway (controlado por Warren Buffett) ni como la de William Gates, pero se acerca peligrosamente al nivel de éste. Claro, Buffett es un anacronismo viviente que no distribuye dividendos, algo q ue sí hacen sus rivales en la cima. Por ejemplo, si EM hubiese imitado a BH –algo que en realidad no podría hacer- su “fortuna” sería superior a las de Gates y Buffett. En cuanto al primero, recién reparte dividendos (mayormente a él mismo y sus socios ) desde 2005.

A fin de marzo, por cierto, EM había acumulado casi US$ 32.000 millones en efectivo, o sea 12% sobre los 28.600 millones al terminar 2005. Así admite la petrolera en el informe rutinario elevado a la Securities & exchange commission (SEC, comisión federal de valores). La cifra se aproxima nuchi a los US$ 34.800 millones de Microsoft, cuyo sector no vive un aumento artificial de precios basado en una crisis geopolìtica.

En realidad, la caja de EM llegaría a US$ 37.000 millones si la empresa no hubiese apartado 5.000 millones para cubrir gastos vinculado a una causa judicial. En cuanto a BH, dispone de casi US$ 43.000 millones líquidos, según estimaciones de la SEC y la consultora Capital IQ. Naturalmente, bancos, aseguradora y otras entidades financieras juntan sumas altas en caja. Varias firmas incluidas en el holding de Buffett son de ese tipo, pero el anciano multimillonario también posee empresas industriales tecnológicas.

La “fortuna” de Exxon Mobil es un activo financiero, pero un pasivo en términos sociales y políticos. Eso empieza a sentirlo la Casa Blanca: George W.Bush pierde velozmente imagen por sus errores en Levante y el aumento de los combustibles en Estados Unidos. Entretanto, las petroleras son objeto de crecientes críticas y denuncias públicas, inclusive en el congreso. Su pecado clave: no haber invertido lo bastante como para explorar en pos de reservas y elevar su producción, por lo cual los norteamericanos dependen cada día más de volátiles proveedores externos.

“Si tuviésemos un Franklin D.Roosevelt en lugar de un Bush –ironiza la revista “New Yorker”-, estaría haciendo lo que hoy hacen Hugo Chávez en Venezuela o Evo Morales en Bolivia. Aun sin llegar a esos extremos, Roosevelt imitaría a Brasil, que no ha privatizado la estatal Petrobrás”. Sin reflejos, EM replica que “la extracción no depende sólo de las inversiones, sino de elegir proyectos y llevarlos bien a cabo”. Pero, claro, las grandes petroleras –salvo la rusa- no parecen hacer eso.

En materia de promesas, Exxon Mobil proyecta invertir unos US$ 100.000 en el lapso 2006-10 y “desarrollar nuevo recursos”. Eso implica 20.000 millones anuales, un monto similar al de 2005, que no parece suficiente para mejorar la oferta de hidrocarburos dentro o fuera de EE.UU. Tampoco refleja las ganancias del primer trimestre, US$ 8.400 millones, ni el flujo de caja (14.600 millones). Las respectivas proyecciones anuales son increíbles: US$ 33.600 y 58.400 millones.

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