Robert Ney se confiesa culpable por tráfico de influencias

Involucrado en el caso de Jack Abramoff, el representante republicano por Ohio afronta más de dos años entre rejas. Es el primer legislador que admite haber participado en cabildeo abusivo y formulado declaraciones falsas.

17 septiembre, 2006

Ney se confesó culpable por esos cargos, además de por haber aceptado dinero y regalos de Abramoff. A su vez, éste era instrumento de Thomas Daley, ex diputado por Tejas y jefe de la bancada oficialista hasta su caída en 2005. La vuelta del escándalo a los medios –salvo la cadena Fox- no puede ser más inoportuna para George W.Bush: amigo personal de todos los procesados, afronta difíciles elecciones parlamentarias en noviembre.

Amén de esas confesiones, Ney reveló que había aceptado de algunos empresarios miles de dólares en fichas para apostar en casinos de Florida. También señaló que tiene problemas de alcoholismo.

Naturalmente, el diputado desistió de buscar la reelección –tras doce años en la banca-, pues ahora debe afrontar el juicio junto a Abramoff y tres ex colegas. “El efecto dominó finalmente arrincona a Ney y sus cómplices”, señala Joshua Bernab, ex fiscal en el departamento federal de Justicia. “Estas cosas van a repetirrse entre hoy y 2007”.

Los delitos por los cuales se declara culpable Ney implican, cada uno, un máximo de cinco años en la cárcel. Pero la fiscalía recomendará veinticuatro a treinta meses. El 13 de octubre, el todavía diputado formalizará la confesiòn ante la juez federal Ellen Segal Huvelle.

Ney se confesó culpable por esos cargos, además de por haber aceptado dinero y regalos de Abramoff. A su vez, éste era instrumento de Thomas Daley, ex diputado por Tejas y jefe de la bancada oficialista hasta su caída en 2005. La vuelta del escándalo a los medios –salvo la cadena Fox- no puede ser más inoportuna para George W.Bush: amigo personal de todos los procesados, afronta difíciles elecciones parlamentarias en noviembre.

Amén de esas confesiones, Ney reveló que había aceptado de algunos empresarios miles de dólares en fichas para apostar en casinos de Florida. También señaló que tiene problemas de alcoholismo.

Naturalmente, el diputado desistió de buscar la reelección –tras doce años en la banca-, pues ahora debe afrontar el juicio junto a Abramoff y tres ex colegas. “El efecto dominó finalmente arrincona a Ney y sus cómplices”, señala Joshua Bernab, ex fiscal en el departamento federal de Justicia. “Estas cosas van a repetirrse entre hoy y 2007”.

Los delitos por los cuales se declara culpable Ney implican, cada uno, un máximo de cinco años en la cárcel. Pero la fiscalía recomendará veinticuatro a treinta meses. El 13 de octubre, el todavía diputado formalizará la confesiòn ante la juez federal Ellen Segal Huvelle.

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