En Brasil acusan de espionaje a Coca Cola

En estos momentos, el gobierno brasileño investiga a la multinacional de las gaseosas que se habría valido de todo tipo de actividades de monitoreo ilegales sobre los negocios de su principal competidora, Pepsi.

24 mayo, 2001

(EFE).- El Gobierno de Brasil está investigando una denuncia de espionaje industrial presentada por Pepsi contra su competidora, la fabricante multinacional de bebidas gaseosas Coca Cola, informó la prensa local.

El periódico brasileño Correio Braziliense, citando fuentes oficiales, asegura que, en caso de que los órganos antimonopolio de Brasil confirmen la denuncia, Coca Cola podrá ser sancionada con una multa de US$ 3 millones.

A la multinacional, según la versión periodística, también podría prohibírsele la negociación de créditos con bancos brasileños y ser obligada a abrir su sistema de distribución a los competidores, entre otras sanciones.

El reportaje informa de que el publicitario Antonio Azambuja, un ex alto ejecutivo de Coca Cola, fue convocado sigilosamente por los órganos antimonopolio de los Ministerios de Justicia y de Hacienda para actuar como testigo en el proceso contra la multinacional.

Azambuja, según Correio Braziliense, no sólo reveló grabaciones de diálogos de reuniones secretas de la directiva de Pepsi, supuestamente hechas ilegalmente por un espía, sino que también denunció a su ex empleadora por competencia desleal y otras infracciones.

“Para dominar el mercado (de Brasil), Coca Cola ha hecho todo tipo de transgresiones”, habría dijo Azambuja en su testimonio a los fiscales de los ministerios, según el reportaje del periódico.

Según la consultoría AC Nielsen, Coca Cola tiene una participación de 81% en el mercado brasileño de bebidas gaseosas, que es de unos US$ 4.500 millones anuales.

Con su investigación, el Gobierno intenta aclarar denuncias de hechos ocurridos en 1995, cuando Pepsi lanzó una campaña para aumentar su participación en el país.

En esa época, la embotelladora argentina Baesa (Embotelladora S.A.) adquirió la franquicia de Pepsi en Brasil.

Según Azambuja, para ponerle trabas al rival, Coca Cola recurrió al espionaje y a un plan para incentivar a más de 300 supermercados en la ciudad de Sao Paulo a no comercializar los productos de Baesa.

Portavoces de Coca Cola citados por el diario, que no se identificaron, confirmaron el espionaje y otros actos ilícitos “por los que pretendemos responder ante la Justicia”, pero negaron que hubiesen usado las grabaciones para perjudicar a Pepsi.

(EFE).- El Gobierno de Brasil está investigando una denuncia de espionaje industrial presentada por Pepsi contra su competidora, la fabricante multinacional de bebidas gaseosas Coca Cola, informó la prensa local.

El periódico brasileño Correio Braziliense, citando fuentes oficiales, asegura que, en caso de que los órganos antimonopolio de Brasil confirmen la denuncia, Coca Cola podrá ser sancionada con una multa de US$ 3 millones.

A la multinacional, según la versión periodística, también podría prohibírsele la negociación de créditos con bancos brasileños y ser obligada a abrir su sistema de distribución a los competidores, entre otras sanciones.

El reportaje informa de que el publicitario Antonio Azambuja, un ex alto ejecutivo de Coca Cola, fue convocado sigilosamente por los órganos antimonopolio de los Ministerios de Justicia y de Hacienda para actuar como testigo en el proceso contra la multinacional.

Azambuja, según Correio Braziliense, no sólo reveló grabaciones de diálogos de reuniones secretas de la directiva de Pepsi, supuestamente hechas ilegalmente por un espía, sino que también denunció a su ex empleadora por competencia desleal y otras infracciones.

“Para dominar el mercado (de Brasil), Coca Cola ha hecho todo tipo de transgresiones”, habría dijo Azambuja en su testimonio a los fiscales de los ministerios, según el reportaje del periódico.

Según la consultoría AC Nielsen, Coca Cola tiene una participación de 81% en el mercado brasileño de bebidas gaseosas, que es de unos US$ 4.500 millones anuales.

Con su investigación, el Gobierno intenta aclarar denuncias de hechos ocurridos en 1995, cuando Pepsi lanzó una campaña para aumentar su participación en el país.

En esa época, la embotelladora argentina Baesa (Embotelladora S.A.) adquirió la franquicia de Pepsi en Brasil.

Según Azambuja, para ponerle trabas al rival, Coca Cola recurrió al espionaje y a un plan para incentivar a más de 300 supermercados en la ciudad de Sao Paulo a no comercializar los productos de Baesa.

Portavoces de Coca Cola citados por el diario, que no se identificaron, confirmaron el espionaje y otros actos ilícitos “por los que pretendemos responder ante la Justicia”, pero negaron que hubiesen usado las grabaciones para perjudicar a Pepsi.

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