EE.UU.: las aerolíneas podrían perder US$ 4.000 millones por la guerra

La actividad aerocomercial estadounidense podría perder hasta US$ 4.000 millones este año en caso de guerra. Si Washington ataca Iraq, eliminará 70.000 puestos laborales y 2.200 vuelos diarios. Algo similar podría ocurrir en la Unión Europea.

17 marzo, 2003

“Quebrantos generalizados, liquidación de empresas y estatización
forzosa de firmas ya concursadas son los riesgos que se prevén en caso
de guerra. No creemos que las perspectivas europeas sean mejores”. Así
señala el comunicado de la Air Transport Association (ATA).

De acuerdo con estimaciones de la entidad que agrupa las aerolíneas en
EE.UU., las pérdidas totales del sector podrían alcanzar US$ 10.700
millones este año -de todas formas, menos que en 2002- , en vez de los
6.700 millones calculados antes de surgir el peligro bélico. En este momento,
por otra parte, las únicas compañías grandes que no se han
amparado en el título XI de la ley federal de quiebras son AMR (American
Airlines) y Delta Air Lines.

Las proyecciones de la ATA prevén 11% de reducción de plantillas
-hoy la actividad emplea unas 650.000 personas a tiempo completo- y 9,5% en rutas
y frecuencias. En la emergencia, la asociación plantea al gobierno desgravaciones
tributarias, facilidades de pagos y asistencia para afrontar US$ 4.000 millones
en gastos por seguridad de pasajeros, tripulantes y equipos. También solicita
usar hasta un millón de barriles diarios de las reservas estratégicas
de combustibles para frenar el alza de precios libres.

La amenaza de guerra en Levante extenderá una recesión en el negocio
aerocomercial que lleva ya dos años y fue agravada por los ataques del
11 de septiembre de 2001. La crisis ha puesto en convocatoria a US Airways Group
y UAL (United Airlines). En cuanto al sector en general, 2002 le significó
un rojo conjunto de US$ 11.300 millones, tras los 7.700 millones de 2001. Las
estimaciones manejadas por la ATA superan 40% los quebrantos sufridos a causa
de la guerra del Golfo (1990/1).

Mientras tanto, según “The New York Times”, AMR -la mayor empresa
del mundo en su actividad- ha salido a buscar créditos por US$ 2.000 millones,
en previsión de una convocatoria. Tanto ésta como Delta, la tercera
aerolínea, se preparan para un bajón en la demanda de pasajes a
través de América septentrional, Europa, Levante y resto de Asia.
No se espera contracción de operaciones en el hemisferio sur.

“Quebrantos generalizados, liquidación de empresas y estatización
forzosa de firmas ya concursadas son los riesgos que se prevén en caso
de guerra. No creemos que las perspectivas europeas sean mejores”. Así
señala el comunicado de la Air Transport Association (ATA).

De acuerdo con estimaciones de la entidad que agrupa las aerolíneas en
EE.UU., las pérdidas totales del sector podrían alcanzar US$ 10.700
millones este año -de todas formas, menos que en 2002- , en vez de los
6.700 millones calculados antes de surgir el peligro bélico. En este momento,
por otra parte, las únicas compañías grandes que no se han
amparado en el título XI de la ley federal de quiebras son AMR (American
Airlines) y Delta Air Lines.

Las proyecciones de la ATA prevén 11% de reducción de plantillas
-hoy la actividad emplea unas 650.000 personas a tiempo completo- y 9,5% en rutas
y frecuencias. En la emergencia, la asociación plantea al gobierno desgravaciones
tributarias, facilidades de pagos y asistencia para afrontar US$ 4.000 millones
en gastos por seguridad de pasajeros, tripulantes y equipos. También solicita
usar hasta un millón de barriles diarios de las reservas estratégicas
de combustibles para frenar el alza de precios libres.

La amenaza de guerra en Levante extenderá una recesión en el negocio
aerocomercial que lleva ya dos años y fue agravada por los ataques del
11 de septiembre de 2001. La crisis ha puesto en convocatoria a US Airways Group
y UAL (United Airlines). En cuanto al sector en general, 2002 le significó
un rojo conjunto de US$ 11.300 millones, tras los 7.700 millones de 2001. Las
estimaciones manejadas por la ATA superan 40% los quebrantos sufridos a causa
de la guerra del Golfo (1990/1).

Mientras tanto, según “The New York Times”, AMR -la mayor empresa
del mundo en su actividad- ha salido a buscar créditos por US$ 2.000 millones,
en previsión de una convocatoria. Tanto ésta como Delta, la tercera
aerolínea, se preparan para un bajón en la demanda de pasajes a
través de América septentrional, Europa, Levante y resto de Asia.
No se espera contracción de operaciones en el hemisferio sur.

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