EDF quiere pagar menos por Edenor

A menos de un día de haber anunciado ganancias por casi US$ 1.000 millones, la compañía eléctrica francesa se dispone a sugerirle a Endesa y Repsol YPF que bajen el precio del paquete accionario que poseen en la empresa argentina.

30 marzo, 2001

Electricité de France (EDF) buscará reducir el precio de la adquisición de 50% del capital accionario de Edenor, la compañía que brinda el servicio eléctrico al norte de la Capital y del Gran Buenos Aires, cuando se siente a negociar con Endesa y Repsol YPF el valor de esa tenencia, informó hoy (viernes 30) el diario El Cronista.

EDF se había comprometido, en febrero pasado, a pagar US$ 786 millones por la porción accionaria, sin embargo ahora pretenden un rebaja en ese monto con el argumento de que una posible devaluación le restaría valor a la empresa actualmente controlada por Endesa y Repsol YPF.

Casi en paralelo con esta noticia, el grupo estatal francés anunció, según un cable de la agencia española EFE que tuvo el pasado año 1.166 millones de euros de ganancias, una cifra ligeramente inferior a los 1.196 millones del ejercicio precedente, mientras la facturación aumentó 7,4% a 34.424 millones de euros.

El presidente de EDF, Francois Roussely, destacó en la presentación de los resultados que el volumen de la electricidad vendida en Francia (397,5 teravatios hora) aumentó 1,9%, por lo que el grueso de crecimiento se debió a la actividad en el exterior.

El peso de los negocios internacionales pasó a representar 25% del total, frente a 18% en 1999, y el objetivo para el horizonte 2005 es que la facturación de las actividades fuera de Francia ascienda a 50%.

Tras recordar la compra de London Electricity (su principal filial) a finales de 1998 y la de 34% del grupo eléctrico alemán EnBw el año pasado, dijo que, sin despreciar otras regiones, “Europa es nuestro mercado natural”, con 18% de cuota de mercado.

Roussely también subrayó el empuje de las exportaciones de electricidad de la empresa, que se elevaron a 77,3 teravatios por hora en 2000, cuando el ejercicio precedente habían sido de 72,1 teravatios por hora.

El precio del kilovatio hora de EDF bajó en los cuatro últimos años 14%.

La deuda de la empresa subió ligeramente de 17.444 millones de euros a 17.560 millones, pero también lo hicieron los capitales propios de 12.643 a 13.526 millones de euros.

Preguntado sobre una posible privatización o salida a bolsa de una parte del capital, Roussely insistió en que “ese tema no está en el orden del día del grupo ni del Gobierno”, y argumentó que en el periodo 2000-2003 la empresa no tendrá problemas de financiación que le exija recurrir a fondos externos.

No obstante, admitió que “en el desarrollo de la empresa, tendremos un problema de capitales en un momento u otro”, pero eso no necesitará obligatoriamente una búsqueda de socios privados.

En todo caso, tampoco se mostró proclive a la salida a bolsa de sus filiales porque “no soy favorable a que en el futuro haya dos EDF”.

Preguntado sobre las reticencias de varios gobiernos europeos a que pueda introducirse en un mercado liberalizado a pesar de su carácter de empresa pública, subrayó que “desde el Tratado de Roma no se ha planteado nunca el problema de la propiedad del capital”, como lo ha recordado recientemente la Comisión Europea.

“Lamento que en Italia o España aparezcan legislaciones” que limitan la entrada de empresas estatales”, comentó, aunque añadió que “eso no impide que tengamos en España una licencia de operador exterior”.

A otra pregunta sobre el frente franco-alemán al establecimiento de fechas precisas para la liberalización completa de la energía en Europa en la pasada cumbre de Estocolmo, Roussely señaló que “es razonable tomarse tiempo para esta liberalización”.

“La construcción europea tiene que ser equilibrada” y en el sector de la energía hay que tener en cuenta los condicionantes de rentabilidad del negocio, pero también los requerimientos del servicio público, argumentó.

El presidente de EDF admitió que el crecimiento del negocio de su empresa se debe en buena medida a la liberalización e indicó que en Francia, donde la ley de transposición de la directiva europea fue aprobada con retraso en febrero de 2000, hay un tercio del mercado abierto a la competencia y 5% de los clientes que pueden elegir han optado por otros operadores.

Electricité de France (EDF) buscará reducir el precio de la adquisición de 50% del capital accionario de Edenor, la compañía que brinda el servicio eléctrico al norte de la Capital y del Gran Buenos Aires, cuando se siente a negociar con Endesa y Repsol YPF el valor de esa tenencia, informó hoy (viernes 30) el diario El Cronista.

EDF se había comprometido, en febrero pasado, a pagar US$ 786 millones por la porción accionaria, sin embargo ahora pretenden un rebaja en ese monto con el argumento de que una posible devaluación le restaría valor a la empresa actualmente controlada por Endesa y Repsol YPF.

Casi en paralelo con esta noticia, el grupo estatal francés anunció, según un cable de la agencia española EFE que tuvo el pasado año 1.166 millones de euros de ganancias, una cifra ligeramente inferior a los 1.196 millones del ejercicio precedente, mientras la facturación aumentó 7,4% a 34.424 millones de euros.

El presidente de EDF, Francois Roussely, destacó en la presentación de los resultados que el volumen de la electricidad vendida en Francia (397,5 teravatios hora) aumentó 1,9%, por lo que el grueso de crecimiento se debió a la actividad en el exterior.

El peso de los negocios internacionales pasó a representar 25% del total, frente a 18% en 1999, y el objetivo para el horizonte 2005 es que la facturación de las actividades fuera de Francia ascienda a 50%.

Tras recordar la compra de London Electricity (su principal filial) a finales de 1998 y la de 34% del grupo eléctrico alemán EnBw el año pasado, dijo que, sin despreciar otras regiones, “Europa es nuestro mercado natural”, con 18% de cuota de mercado.

Roussely también subrayó el empuje de las exportaciones de electricidad de la empresa, que se elevaron a 77,3 teravatios por hora en 2000, cuando el ejercicio precedente habían sido de 72,1 teravatios por hora.

El precio del kilovatio hora de EDF bajó en los cuatro últimos años 14%.

La deuda de la empresa subió ligeramente de 17.444 millones de euros a 17.560 millones, pero también lo hicieron los capitales propios de 12.643 a 13.526 millones de euros.

Preguntado sobre una posible privatización o salida a bolsa de una parte del capital, Roussely insistió en que “ese tema no está en el orden del día del grupo ni del Gobierno”, y argumentó que en el periodo 2000-2003 la empresa no tendrá problemas de financiación que le exija recurrir a fondos externos.

No obstante, admitió que “en el desarrollo de la empresa, tendremos un problema de capitales en un momento u otro”, pero eso no necesitará obligatoriamente una búsqueda de socios privados.

En todo caso, tampoco se mostró proclive a la salida a bolsa de sus filiales porque “no soy favorable a que en el futuro haya dos EDF”.

Preguntado sobre las reticencias de varios gobiernos europeos a que pueda introducirse en un mercado liberalizado a pesar de su carácter de empresa pública, subrayó que “desde el Tratado de Roma no se ha planteado nunca el problema de la propiedad del capital”, como lo ha recordado recientemente la Comisión Europea.

“Lamento que en Italia o España aparezcan legislaciones” que limitan la entrada de empresas estatales”, comentó, aunque añadió que “eso no impide que tengamos en España una licencia de operador exterior”.

A otra pregunta sobre el frente franco-alemán al establecimiento de fechas precisas para la liberalización completa de la energía en Europa en la pasada cumbre de Estocolmo, Roussely señaló que “es razonable tomarse tiempo para esta liberalización”.

“La construcción europea tiene que ser equilibrada” y en el sector de la energía hay que tener en cuenta los condicionantes de rentabilidad del negocio, pero también los requerimientos del servicio público, argumentó.

El presidente de EDF admitió que el crecimiento del negocio de su empresa se debe en buena medida a la liberalización e indicó que en Francia, donde la ley de transposición de la directiva europea fue aprobada con retraso en febrero de 2000, hay un tercio del mercado abierto a la competencia y 5% de los clientes que pueden elegir han optado por otros operadores.

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