Del libro de negocios a la serie de televisión

Durante mucho tiempo las noticias de negocios solían aparecer en los diarios. Si esas noticias lograban repercusión, muy probablemente luego volvían a aparecer pero ya en forma de libro. Casi nunca en forma de película y mucho menos una serie de televisión.

En los últimos cinco años, sin embargo, las historias de éxito empresarial – y todavía más las de desastres – saltaron de la noticia impresa o de los libros al formato en audio, video y hasta largometraje. Los servicios de streaming han proliferado y con ellos también aumentó la necesidad d material nuevo para satisfacer el apetito de los públicos, que consumen horas y horas frente a la pantalla. La gran popularidad que tuvieron series como Succession, sobre un imperio de medios, o Billions, sobre el mundo de los fondos de inversiones, contribuyó a este boom de adaptaciones para la pantalla de noticias de negocios.

“El negocio del streaming aumentó la demanda de historias y también aumentó la demanda de personajes de alta calidad y de argumentos que sean creíbles, profundos y ricos”, dice Elizabeth Watchel, de la agencia de talento WME. “Creo que los personajes complejos son hoy especialmente atractivos y abundan en el negocio”. Watchel es una agente de “packaging literario” y trabaja con los medios en la adquisición de derechos sobre libros de no ficción que se pueden convertir en documentales, adaptaciones dramatizadas o largometrajes.

Mantener la atención del público, sin embargo, requiere mucha habilidad artística, ya sea ficción o no ficción. Los guiones sobre temas de negocios deben ser

Esta separación de las divisiones entre formatos, con ganancias fenomenales para los autores que logran llevar sus historias a Hollywood ha re acomodado las piezas del mundo de los medios. Condé Nast – la editorial que publica New Yorker – ha creado una división especial para desarrollar proyectos filmados sobre la base de reportes originales. Un guión sobre un tema de negocios debe ser lo suficientemente creíble como para no fastidiar a los expertos pero tampoco tan técnico como para desanimar al público en general. Billions, por ejemplo, a pesar de ser una serie que trata sobre directivos de fondos de inversiones, muy pocas veces muestra a alguien frente a las pantallas del sector financiero.

Al enfocarse en los escándalos, los productores de serie basadas en historias de negocios, le hacen un flaco favor al capitalismo. Nadie en el medio corre para hacer una serie de seis temporadas sobre una empresa con cultura sana o para mostrar cómo los banqueros conscientes ayudan a prosperar a las pequeñas empresas. Las mejores historias de negocios tienen una fase de investigación en la que se intenta destapar un escándalo y las historias verídicas sobre tramoyas financieras son irresistibles.

Nada de esto significa que el libro de negocios vaya a desaparecer, dice Watchel. El libro siempre salta a la primera fila, pero existe el peligro de que los escritores jóvenes busquen conseguir la bendición de Hollywood “como algún tipo de afirmación de su talento”