Daimler-Benz; ¿venderá Chrysler Group a principios de mayo?
Todavía se llama DaimlerChrysler, pero en menos de dos semanas o un poco más- quizá sea de nuevo totalmente alemana. Fuentes llegadas a la tambaleante cúpula señalaron a Reuters que la decisión está madura al otro lado del mar.
Rüdiger Grve, jefe de estrategia empresaria, estuvo en Nueva York conversando con adquirentes potenciales. No obstante, el primer tercio de mayo no es un plazo de hierro. Algunos analistas notaron que Dieter Zetsche (CEO de DC) y Tommaso LaSorda (director de Chrysler Group) se habían quedado en Detroit.
Las fuentes señalaron que las negociaciones no han adelantado lo bastante como para hacer anuncios concretos ante la junta supervisora, que se reúne antes de terminar abril. Limar aristas y contemplar una amplia gama de aspectos exige tiempo.
También hay problemas laborales. Por un lado, los sindicalistas alemanes –que figuran en la junta- no se oponen en principio a la venta, en tanto se asegure que los eventuales compradores conserven la mayor cantidad de puestos posible. Por el otro, Ronald Gettelfinger (jefe de la poderosa United auto workers, Estados Unidos) rechaza la venta de Chrysler, porque supone que llevará al desguace, idea compartida por otros miembros del cuerpo supervisor.
En la situación presente, los interesados por CG son dos fondos de capital extrabursátil (Blackstone Group, Cerberus Capital Management), la autopartista canadiense Magna International y el multimillonario “battidore libero” Kirk Kerkorian. Éste no sólo hizo la menor oferta (US$ 4.500 millones), sino que planea reducir la empresa a camionetas, todo terreno (Dodge) y minicamionetas.
Gettelfinger declaró a la prensa que la UAW se opone a las propuestas de “quienes quieren echar gente, achicar estructuras y revender al mejor postor lo antes posible”. Oblicuamente, estaba aludiendo a los fondos expertos en compras apalancadas. Sin embargo, el mayor riesgo de desguace proviene por ahora de Kerkorian y su operador en Tracinda, Jerome York.
Rüdiger Grve, jefe de estrategia empresaria, estuvo en Nueva York conversando con adquirentes potenciales. No obstante, el primer tercio de mayo no es un plazo de hierro. Algunos analistas notaron que Dieter Zetsche (CEO de DC) y Tommaso LaSorda (director de Chrysler Group) se habían quedado en Detroit.
Las fuentes señalaron que las negociaciones no han adelantado lo bastante como para hacer anuncios concretos ante la junta supervisora, que se reúne antes de terminar abril. Limar aristas y contemplar una amplia gama de aspectos exige tiempo.
También hay problemas laborales. Por un lado, los sindicalistas alemanes –que figuran en la junta- no se oponen en principio a la venta, en tanto se asegure que los eventuales compradores conserven la mayor cantidad de puestos posible. Por el otro, Ronald Gettelfinger (jefe de la poderosa United auto workers, Estados Unidos) rechaza la venta de Chrysler, porque supone que llevará al desguace, idea compartida por otros miembros del cuerpo supervisor.
En la situación presente, los interesados por CG son dos fondos de capital extrabursátil (Blackstone Group, Cerberus Capital Management), la autopartista canadiense Magna International y el multimillonario “battidore libero” Kirk Kerkorian. Éste no sólo hizo la menor oferta (US$ 4.500 millones), sino que planea reducir la empresa a camionetas, todo terreno (Dodge) y minicamionetas.
Gettelfinger declaró a la prensa que la UAW se opone a las propuestas de “quienes quieren echar gente, achicar estructuras y revender al mejor postor lo antes posible”. Oblicuamente, estaba aludiendo a los fondos expertos en compras apalancadas. Sin embargo, el mayor riesgo de desguace proviene por ahora de Kerkorian y su operador en Tracinda, Jerome York.
