Brasil recrudece su lucha contra los laboratorios farmacéuticos

Luego extensas conversaciones, el Gobierno decidió que no respetará la patente de Roche para su medicamento contra el Sida, Nelfinavir. Brasil ya posee la fórmula, será fabricado en Río de Janeiro y su precio será 40% más barato.

24 agosto, 2001

(NA). – Brasil dio un paso adelante en su batalla contra los grandes laboratorios farmacéuticos al anunciar ayer (jueves 23) que fabricará a partir del 2002 en Río de Janeiro el Nelfinavir (Roche), con el que pretende atender gratuitamente a miles de enfermos de Sida.

Después de seis meses de conversaciones con el laboratorio suizo Roche para que bajara sus precios y tras intentar en vano obtener una audiencia con el presidente de la entidad en Brasil desde hace 15 días, el ministro de Salud, José Serra puso fin a las negociaciones y anunció que no se respetará la patente de Roche para el Nelfinavir (principio activo del Viracept).

La decisión de Brasil, apoyada por Naciones Unidas, por un número cada vez mayor de países subdesarrollados y por la totalidad de la sociedad brasileña, se produce cuatro meses
después de que 39 firmas farmacéuticas retiraran una denuncia contra Sudáfrica por favorecer los medicamentos “genéricos” contra el Sida.

“Brasil preconiza la distribución gratuita y universal de medicamentos para luchar contra esta crisis que afecta a toda la humanidad y pide que se suavicen las reglas de las patentes así como la aplicación de precios más justos”, explicó un portavoz del ministerio de la Salud.

En 1997, Brasil comenzó a fabricar medicamentos genéricos antiSida. Gracias a una ley que permite a fabricantes locales producir un medicamento tres años después de que se deposite su patente, si dicho remedio no se fabrica en el país, Brasil consiguió disminuir en 80% el precio de algunos compuestos incluidos en un cóctel de medicamentos antiSida, que ya consiguió desde 1997 reducir en 50% las muertes de seropositivos en el país.

La llegada de estos medicamentos genéricos forzó a los laboratorios a revisar sus precios: por ejemplo, una caja de AZT, incluido en este cóctel, que costaba US$ 0,56 en 1996 pasó a valer US$ 0,18 este año, según estadísticas locales.

Un total de 100.000 brasileños, de los 580.000 seropositivos existentes en el país, reciben gratuitamente este cóctel de medicamentos. Para suministrar los 12 medicamentos incluidos en el “Programa antiSida” brasileño, el ministerio de Salud gasta 600 millones de reales (unos US$ 300 millones) anualmente.

En la actualidad, Brasil produce siete de estos 12 remedios. De los cinco restantes, sólo dos disponen de patentes registradas: Efavirenz (Stocrin) del laboratorio estadounidense Merck Sharp et Dohme, y Nelfinavir del suizo Roche. Los cinco medicamentos importados juntos representan 60% de los gastos de este programa.

El 1 de febrero, Estados Unidos consiguió que la Organización Mundial de Comercio (OMC) examinara si la producción de genéricos brasileños contra el Sida cuyas patentes eran estadounidenses se adaptaba a las normas internacionales, pero el país tuvo que
retirar su denuncia el pasado junio.

A principios de abril, el laboratorio estadounidense Merck Sharp et Dohme aceptó reducir el precio de los medicamentos Indivanir (Crixivan) y Efavirenz (Stocrin), en 64,66% y 59,02% respectivamente. Con ello el gobierno brasileño ahorrará 83 millones de reales (US$ 41,5 millones) por año.

Sin embargo, el laboratorio suizo Roche y las autoridades sanitarias locales no consiguieron llegar a un acuerdo para reducir el valor del Nelfinavir, utilizado por un 23% de los seropositivos brasileños que se benefician de este cóctel de medicamentos, es decir 25.000 Pacientes, informó este jueves el ministerio de Salud.

Este retroviral corresponde a 28% (US$ 88 millones) de lo que gasta el gobierno brasileño para llevar a la práctica este programa contra el Sida.

El Nelfinavir, del que Brasil ya posee la fórmula, será fabricado por los laboratorios de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz, estatales) de Río de Janeiro y su precio será 40% más barato que el de Roche, según un comunicado del ministerio.

La disputa entre Brasilia y Roche comenzó en febrero y desde abril, el país sudamericano tomó una “posición de espera con Roche, siempre continuando sus investigaciones para encontrar la fórmula del medicamento”, concluyó el ministerio.

(NA). – Brasil dio un paso adelante en su batalla contra los grandes laboratorios farmacéuticos al anunciar ayer (jueves 23) que fabricará a partir del 2002 en Río de Janeiro el Nelfinavir (Roche), con el que pretende atender gratuitamente a miles de enfermos de Sida.

Después de seis meses de conversaciones con el laboratorio suizo Roche para que bajara sus precios y tras intentar en vano obtener una audiencia con el presidente de la entidad en Brasil desde hace 15 días, el ministro de Salud, José Serra puso fin a las negociaciones y anunció que no se respetará la patente de Roche para el Nelfinavir (principio activo del Viracept).

La decisión de Brasil, apoyada por Naciones Unidas, por un número cada vez mayor de países subdesarrollados y por la totalidad de la sociedad brasileña, se produce cuatro meses
después de que 39 firmas farmacéuticas retiraran una denuncia contra Sudáfrica por favorecer los medicamentos “genéricos” contra el Sida.

“Brasil preconiza la distribución gratuita y universal de medicamentos para luchar contra esta crisis que afecta a toda la humanidad y pide que se suavicen las reglas de las patentes así como la aplicación de precios más justos”, explicó un portavoz del ministerio de la Salud.

En 1997, Brasil comenzó a fabricar medicamentos genéricos antiSida. Gracias a una ley que permite a fabricantes locales producir un medicamento tres años después de que se deposite su patente, si dicho remedio no se fabrica en el país, Brasil consiguió disminuir en 80% el precio de algunos compuestos incluidos en un cóctel de medicamentos antiSida, que ya consiguió desde 1997 reducir en 50% las muertes de seropositivos en el país.

La llegada de estos medicamentos genéricos forzó a los laboratorios a revisar sus precios: por ejemplo, una caja de AZT, incluido en este cóctel, que costaba US$ 0,56 en 1996 pasó a valer US$ 0,18 este año, según estadísticas locales.

Un total de 100.000 brasileños, de los 580.000 seropositivos existentes en el país, reciben gratuitamente este cóctel de medicamentos. Para suministrar los 12 medicamentos incluidos en el “Programa antiSida” brasileño, el ministerio de Salud gasta 600 millones de reales (unos US$ 300 millones) anualmente.

En la actualidad, Brasil produce siete de estos 12 remedios. De los cinco restantes, sólo dos disponen de patentes registradas: Efavirenz (Stocrin) del laboratorio estadounidense Merck Sharp et Dohme, y Nelfinavir del suizo Roche. Los cinco medicamentos importados juntos representan 60% de los gastos de este programa.

El 1 de febrero, Estados Unidos consiguió que la Organización Mundial de Comercio (OMC) examinara si la producción de genéricos brasileños contra el Sida cuyas patentes eran estadounidenses se adaptaba a las normas internacionales, pero el país tuvo que
retirar su denuncia el pasado junio.

A principios de abril, el laboratorio estadounidense Merck Sharp et Dohme aceptó reducir el precio de los medicamentos Indivanir (Crixivan) y Efavirenz (Stocrin), en 64,66% y 59,02% respectivamente. Con ello el gobierno brasileño ahorrará 83 millones de reales (US$ 41,5 millones) por año.

Sin embargo, el laboratorio suizo Roche y las autoridades sanitarias locales no consiguieron llegar a un acuerdo para reducir el valor del Nelfinavir, utilizado por un 23% de los seropositivos brasileños que se benefician de este cóctel de medicamentos, es decir 25.000 Pacientes, informó este jueves el ministerio de Salud.

Este retroviral corresponde a 28% (US$ 88 millones) de lo que gasta el gobierno brasileño para llevar a la práctica este programa contra el Sida.

El Nelfinavir, del que Brasil ya posee la fórmula, será fabricado por los laboratorios de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz, estatales) de Río de Janeiro y su precio será 40% más barato que el de Roche, según un comunicado del ministerio.

La disputa entre Brasilia y Roche comenzó en febrero y desde abril, el país sudamericano tomó una “posición de espera con Roche, siempre continuando sus investigaciones para encontrar la fórmula del medicamento”, concluyó el ministerio.

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