Boeing, a punto de perder un contrato de US$ 23.500 millones
Según legisladores, la firma aeronáutica está a punto de quedarse sin la provisión a la Fuerza Aérea de aviones tanques para abasto en vuelo. Una ola de escándalos y un turbio lobby han minado la imagen de la empresa.
Según fuentes del Congreso allegadas al tema, “la operación Boeing es historia. En particular por una serie de disposiciones alusivas al programa de aviones tanques, que figuran en el presupuesto de defensa para 2005”. Éstas le prohíben a Aeronautica firmar contratos a más de un año sin asegurar “una competencia total y abierta”.
El dichoso contrato, suspendido hace varios meses, padece de vicios y siembra dudas desde el primer momento. La decisión de la fuerza era de suyo cuestionable: apelar a un alquiler con opción de compra, en vez de pasar por canales normales para obtener financiamiento. Eso parecía hecho a medida del influyente cabildeo ejercido por la firma.
Desde entones, el asunto ha generado preocupaciones éticas, pues había vasos comunicantes entre Boeing y la alta burocracia del Pentágono. Por cierto, no más inquietantes que los nexos entre ese cuerpo y el grupo Halliburton, para el cual sigue operando su ex CEO, el vicepresidente Richard Cheney.
Darleen Duyun, ex negociadora del Pentágono en ese contrato, fue sentenciada –hace diez días- por favorecer a Boeing- Su objeto: asegurarse un cargo ejecutivo en la empresa, cosa que logró. Ya en el proceso, Duyun confesó haberle pasado a Boeing datos reservados relativos a competidores de la firma en el caso de los aviones. La dama manifestó haber sido influida por su hija y su yerno, que trabajaban en la empresa.
El asunto vuelve sobre el tapete justo mientras Estados Unidos abre un reclamo ante la Organización Mundial de Comercio, contra los subsidios de la Unión Europea a Airbus. Amén de rival directa de Boeing en aviación comercial, la ha substituido como líder del sector.
Pero la Comisión Europea replicó aludiendo a “subsidios indirectos, prebendas y compras privilegiadas” con las que Washington ha estado años beneficiando a Boeing. En medio de la pelea, reaparece el caso Boeing-Pentágono.
Según fuentes del Congreso allegadas al tema, “la operación Boeing es historia. En particular por una serie de disposiciones alusivas al programa de aviones tanques, que figuran en el presupuesto de defensa para 2005”. Éstas le prohíben a Aeronautica firmar contratos a más de un año sin asegurar “una competencia total y abierta”.
El dichoso contrato, suspendido hace varios meses, padece de vicios y siembra dudas desde el primer momento. La decisión de la fuerza era de suyo cuestionable: apelar a un alquiler con opción de compra, en vez de pasar por canales normales para obtener financiamiento. Eso parecía hecho a medida del influyente cabildeo ejercido por la firma.
Desde entones, el asunto ha generado preocupaciones éticas, pues había vasos comunicantes entre Boeing y la alta burocracia del Pentágono. Por cierto, no más inquietantes que los nexos entre ese cuerpo y el grupo Halliburton, para el cual sigue operando su ex CEO, el vicepresidente Richard Cheney.
Darleen Duyun, ex negociadora del Pentágono en ese contrato, fue sentenciada –hace diez días- por favorecer a Boeing- Su objeto: asegurarse un cargo ejecutivo en la empresa, cosa que logró. Ya en el proceso, Duyun confesó haberle pasado a Boeing datos reservados relativos a competidores de la firma en el caso de los aviones. La dama manifestó haber sido influida por su hija y su yerno, que trabajaban en la empresa.
El asunto vuelve sobre el tapete justo mientras Estados Unidos abre un reclamo ante la Organización Mundial de Comercio, contra los subsidios de la Unión Europea a Airbus. Amén de rival directa de Boeing en aviación comercial, la ha substituido como líder del sector.
Pero la Comisión Europea replicó aludiendo a “subsidios indirectos, prebendas y compras privilegiadas” con las que Washington ha estado años beneficiando a Boeing. En medio de la pelea, reaparece el caso Boeing-Pentágono.
