Biocombustibles: convergen EE.UU., Brasil y la Unión Europea

George W.Bush firmó un acuerdo con Luiz Inácio da Silva, que puede abarcar Argentina. Al mismo tiempo, la Comisión Europea exigirá no menos de 20% de combustibles limpios sobre el consumo total hacia 2020.

10 marzo, 2007

De lejos, el hecho relevante del fin de semana ha sido el convenio sobre biocombustibles (etanol, principalmente) entre Estados Unidos y Brasil. Las bases del documento apuntan indirectamente a la Argentina, pues prevén tres planos: bilateral –los firmantes-, terceros países y global.

Días antes, Brasil, China, EE.UU. –estos dos aún no adhieren al protocolo de Kyoto- y otros anunciaban la formación de un grupo para promover el empleo de tecnologías limpias. Para empezar, el etanol. Según informaba la cancillería brasileña, también participan de la propuesta la Unión Europea, Sudáfrica e India. El foro ha pedido apoyo a Naciones Unidas. Su meta básica es “un diálogo entre productores y consumidores de biocombustibles, con la idea de estructurar un mercado mundial”.

En efecto, la biomasa “necesita elevar eficiencia en producción, distribución y venta de sus productos”. Cabe subrayar al respecto que EE.UU. y Brasil son al mismo tiempo principales fabricantes y consumidores de etanol, un derivado del maíz, el sorgo o la caña de azúcar. Por el contrario, China e India serán importadores netos, una vez que resuelvan hacer algo con su abuso de combustibles fósiles contaminantes.

Las reuniones periódicas del foro llevarán un año y privilegiarán aportes y debates sobre aspectos tecnológicos y científicos. Su objeto es organizar el temario para una conferencia, prevista para 2008 en Brasil. Por el momento, este país es líder en etanol: produce 17.000 de litros por año, derivado de caña de azúcar. No se menciona a la Argentina, pero después apareció una señal indirecta: mientras Bush recorría Brasil, ese gobierno adhiriò formalmente al Banco del sur, iniciativa conjunta de Argentina y Venezuela, poco grata a Washington y sus voceros mediáticos habituales.

Obviamente, la posición brasileña en materia de biocombustibles es tan sólida que la Unión Europea –movida por el poderoso “lobby” de agricultores subsidiados- encarece la importación de aceite de palma (insumo más barato que también producen países africanos) y fomenta el aceite de colza local, mucho más caro. En cuanto al etanol, Brasi es el máximo exportador mundial (3.500 millones de litros en 2006) y su insumo dominante es la caña de azúcar. Lo sigue EE.UU, que emplea maíz, por lo cual su precio local e internacional viene subiendo desde 2005.

La producción brasileña total, 17.700 millones de litros en 2006, pasará a más de 20.000 millones este año. Detalle poco publicitado por las automotrices argentinas: 80% de los vehículos que circulan en ese país emplean etanol de caña. Eso explica, de paso, que la zafra prevista parala temporada 2006/7 sea 457.700.000 toneladas. Por el momento, Brasil y EE.UU. representan 70% del etanol comercializado en el planeta.

De lejos, el hecho relevante del fin de semana ha sido el convenio sobre biocombustibles (etanol, principalmente) entre Estados Unidos y Brasil. Las bases del documento apuntan indirectamente a la Argentina, pues prevén tres planos: bilateral –los firmantes-, terceros países y global.

Días antes, Brasil, China, EE.UU. –estos dos aún no adhieren al protocolo de Kyoto- y otros anunciaban la formación de un grupo para promover el empleo de tecnologías limpias. Para empezar, el etanol. Según informaba la cancillería brasileña, también participan de la propuesta la Unión Europea, Sudáfrica e India. El foro ha pedido apoyo a Naciones Unidas. Su meta básica es “un diálogo entre productores y consumidores de biocombustibles, con la idea de estructurar un mercado mundial”.

En efecto, la biomasa “necesita elevar eficiencia en producción, distribución y venta de sus productos”. Cabe subrayar al respecto que EE.UU. y Brasil son al mismo tiempo principales fabricantes y consumidores de etanol, un derivado del maíz, el sorgo o la caña de azúcar. Por el contrario, China e India serán importadores netos, una vez que resuelvan hacer algo con su abuso de combustibles fósiles contaminantes.

Las reuniones periódicas del foro llevarán un año y privilegiarán aportes y debates sobre aspectos tecnológicos y científicos. Su objeto es organizar el temario para una conferencia, prevista para 2008 en Brasil. Por el momento, este país es líder en etanol: produce 17.000 de litros por año, derivado de caña de azúcar. No se menciona a la Argentina, pero después apareció una señal indirecta: mientras Bush recorría Brasil, ese gobierno adhiriò formalmente al Banco del sur, iniciativa conjunta de Argentina y Venezuela, poco grata a Washington y sus voceros mediáticos habituales.

Obviamente, la posición brasileña en materia de biocombustibles es tan sólida que la Unión Europea –movida por el poderoso “lobby” de agricultores subsidiados- encarece la importación de aceite de palma (insumo más barato que también producen países africanos) y fomenta el aceite de colza local, mucho más caro. En cuanto al etanol, Brasi es el máximo exportador mundial (3.500 millones de litros en 2006) y su insumo dominante es la caña de azúcar. Lo sigue EE.UU, que emplea maíz, por lo cual su precio local e internacional viene subiendo desde 2005.

La producción brasileña total, 17.700 millones de litros en 2006, pasará a más de 20.000 millones este año. Detalle poco publicitado por las automotrices argentinas: 80% de los vehículos que circulan en ese país emplean etanol de caña. Eso explica, de paso, que la zafra prevista parala temporada 2006/7 sea 457.700.000 toneladas. Por el momento, Brasil y EE.UU. representan 70% del etanol comercializado en el planeta.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades