Bertelsmann se apresta a vender negocios musicales
El cuarto grupo internacional de medios estudia desprenderse de Sony-BMG y Ricordi. Así revela una nota publicada con rara simultaneidad- en el Financial Times y el Wall Street Journal.
Según fuentes allegadas a la cúpula de la compañía establecida en Gütersloh, Alemania, en corto plazo habrá una decisión definitiva sobre la suerte de Sony-BMG. Se trata, ni más ni menos, de la tercera discográfica en el mundo.
Desde el punto de vista de ediciones musicales, controla Ricordi, dueña de un archivo histórico excepcional. Incluye derechos sobre obras de Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini y otros compositores italianos de primer nivel. Pero, según se cree en Milán (sede de la casa editora), Ricordi no figurará en el paquete.
La operación en ciernes se vincula a una oferta pública inicial para colocar en la bolsa de Fráncfort 25% del capital social, por parte del grupo belga Bruxelles Lambert. El clan Mohn, máximo accionista y propietario de Bertelsmann, no parece convencido en lo atinente a la propuesta.
A tal punto que, presumen ambos medios financieros, analiza otra posibilidad: comprar las tenencias del grupo belga. Pero eso involucra € 2.000 millones. Amén de una suma alta para un sector no tan rentable como otrora, la opción implicaría cesiones y canjes complicados. En lo tocante a marcas, cabe recordar que el sello Sony, en apariencia de origen japonés, no es otro que el antiguo CBS y que BMG es un paraguas que abarca docenas de sellos.
Según fuentes allegadas a la cúpula de la compañía establecida en Gütersloh, Alemania, en corto plazo habrá una decisión definitiva sobre la suerte de Sony-BMG. Se trata, ni más ni menos, de la tercera discográfica en el mundo.
Desde el punto de vista de ediciones musicales, controla Ricordi, dueña de un archivo histórico excepcional. Incluye derechos sobre obras de Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini y otros compositores italianos de primer nivel. Pero, según se cree en Milán (sede de la casa editora), Ricordi no figurará en el paquete.
La operación en ciernes se vincula a una oferta pública inicial para colocar en la bolsa de Fráncfort 25% del capital social, por parte del grupo belga Bruxelles Lambert. El clan Mohn, máximo accionista y propietario de Bertelsmann, no parece convencido en lo atinente a la propuesta.
A tal punto que, presumen ambos medios financieros, analiza otra posibilidad: comprar las tenencias del grupo belga. Pero eso involucra € 2.000 millones. Amén de una suma alta para un sector no tan rentable como otrora, la opción implicaría cesiones y canjes complicados. En lo tocante a marcas, cabe recordar que el sello Sony, en apariencia de origen japonés, no es otro que el antiguo CBS y que BMG es un paraguas que abarca docenas de sellos.
