Alitalia: ¿piedra libre para una compra apalancada?
Texas Pacific Group y Matlin, dos fondos especulativos, tratan de tomar la aerolínea de bandera sin asociarse con Iberia. Indirectamente, los ayuda el ministro Antonio di Pietro, al rechazar Aeroflot como opción.
13 abril, 2007
La hoja de ruta preparada por la consultoría Seabury para esa alianza no prevé socios, aparte de ellos. La razón es sencilla: la tares de estos fondos es comprar una empresa al menor precio posible, restructurarla, o sea achicarla –fase que se financia emitiendo deuda de la propia firma tomada- y revenderla al mejor postor haciendo diferencia lo antes posible.
En otras palabras, eso excluye planes de largo plazo ni compromisos como los que acarrearía la presencia de otra compañía aérea. A TPG y Matlin tampoco les interesa el carácter de aerolínea de bandera que tiene Alitalia y di Pietro –tìtular de infraestructura- supone defender bloqueando a Aeroflot.
Por el contrario, el propósito real de TPG-Matlin es impedir que Alitalia e Iberia se junten y compitan con las tres grandes europeas, AirFrance-KLM, Lufthansa y British Airways. ¿Por qué? Porque su intención final es limpiar y achicar Alitalia para revendérsela a una de las tres. Todas las movida en curso apuntan a 2008, cuando se derregule el transporte aerocomercial en la Unión Europea.
La hoja de ruta preparada por la consultoría Seabury para esa alianza no prevé socios, aparte de ellos. La razón es sencilla: la tares de estos fondos es comprar una empresa al menor precio posible, restructurarla, o sea achicarla –fase que se financia emitiendo deuda de la propia firma tomada- y revenderla al mejor postor haciendo diferencia lo antes posible.
En otras palabras, eso excluye planes de largo plazo ni compromisos como los que acarrearía la presencia de otra compañía aérea. A TPG y Matlin tampoco les interesa el carácter de aerolínea de bandera que tiene Alitalia y di Pietro –tìtular de infraestructura- supone defender bloqueando a Aeroflot.
Por el contrario, el propósito real de TPG-Matlin es impedir que Alitalia e Iberia se junten y compitan con las tres grandes europeas, AirFrance-KLM, Lufthansa y British Airways. ¿Por qué? Porque su intención final es limpiar y achicar Alitalia para revendérsela a una de las tres. Todas las movida en curso apuntan a 2008, cuando se derregule el transporte aerocomercial en la Unión Europea.