A medida que pasa el tiempo, el borrador de tratado constitucional signado en Lisboa (2006) se diluye. La crisis sistémica que castiga a las principales economías le resta interés al ambicioso y lírico proyecto de unidad política. Aun en una sociedad tan avanzada como la checa.
<p> Esta semana, pues, Praga tornó a postergar el tratamiento parlamentario del tratado. Ahora queda para el lunes 15 de febrero. Curiosamente, Chequia es la última que no ha ratificado el texto –no sujeto a referendo- y, este semestre, es presidente de turno en la UE.</p>
<p> La historia no empezó ahí. La fecha original del voto era el 9 de diciembre de 2008. En esa oportunidad, se pasó al martes 3 de febrero. Esta vez, la corren al 15 y no culpa de la oposición.</p>
<p> En efecto, socialdemócratas, verdes y populares apoyan la ratificación. Por el contrario, los demoliberales –al frente de la coalición oficialista- quiere postergar “sine die” la decisión. Mirek Topolanek, jefe liberal y primer mininote, ahora también preside la UE. </p>
Unión Europea: la República Checa sigue escéptica
Por supuesto, el euroescepticismo involucra otros miembros de la entidad, algunos de los cuales han torpedeado plebiscitos. Pero Praga es uno de los que sólo requiere aprobación legislativa. Justamente, un obstáculo duro de sortear.