viernes, 27 de diciembre de 2024

Una Europa agraviada reacciona contra Trump

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Pueden caer la producción y los ingresos petroleros de Irán por medidas en su contra.

Durante semanas lo cortejaron. Los líderes de Alemania y Francia, en especial. Donald Trump se dejó halagar pero no cambió su atrevida opinión que no tiene argumentos que la expliquen.

Retiró a Estados Unidos del laborioso acuerdo sobre temas nucleares, bélicos y comerciales con Irán, firmado por su antecesor, Barack Obama, y otros países europeos importantes.

Lo que hizo Washington es romper la alianza transatlántica en pie desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, y que se suponía era la barrera de contención para Rusia, para China e incluso para Irán. Todas estas potencias quedan con las manos libres para iniciar otros movimientos de alto riesgo en el Medio Oriente (y tal vez en el Báltico o el Atlántico norte).

La exigencia de Trump no es una sugerencia. Es una orden. Europa debe abandonar el acuerdo con Irán. Pero estas naciones humilladas van a intentar salvar de alguna manera el acuerdo con Teherán.

La amenaza más concreta ahora es para las empresas europeas que hagan negocios con Irán. Pueden sufrir sanciones comerciales y financieras desde EE.UU. Con ira disimulada, los europeos amenazan a su vez con represalias contra empresas estadounidenses. Una manera insólita de tener una guerra comercial global (y algo de guerra tradicional, también).

Lo grave es la perturbación registrada en el mercado petrolero donde el barril de crudo llegó a sobrepasar los US$ 77.

La cuestión ahora es precisar qué parte de los 2,5 millones de barriles de crudo que exporta Irán, diariamente, se verán afectados por la decisión estadounidense (y en consecuencia, los ingresos de Teherán). Hay quienes predicen que, en seis meses, esa reducción será del orden de 1 millón de barriles diarios. Otros analistas piensan que si los países europeos continúan con el acuerdo, la baja en las ventas sería de apenas 200.000 barriles.

Pero el petróleo no es lo único que inquieta a Irán. La gran amenaza es que se produzca un congelamiento en la decisión del sistema financiero global en todo el comercio que de algún modo, afecte a Irán. En especial, si los grandes traders en commodities dejan de operar con este país.

 

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