miércoles, 11 de diciembre de 2024

Una amistad que puede transformar toda Asia

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Son dos líderes fuertes que se admiran mutuamente. Ambos temen al coloso cercano: China. Los dos tienen buena relación con Estados Unidos, aunque en el caso de Narendra Modi es un descubrimiento reciente. Tal vez acerca de Rusia no haya coincidencias. New Delhi tiene en Moscú un socio en el plano militar y un abastecedor de petróleo.

Ambos líderes exhiben un fuerte nacionalismo y gobiernan grandes democracias. Shinso Abe prefiere que todos se olviden del comportamiento militar del Japón imperial y de las atrocidades de guerra cometidas por sus ejércitos. Narendra Modi prefiere que no se mencione la intolerancia religiosa de su base de poder, el hinduismo.

Los dos pretenden una transformación y crecimiento económico que las hagan más importantes en el escenario mundial. La primera acción en común puede ser la construcción de un tren bala entre Mumbai y Ahmedabad. Hay otros proyectos ambiciosos sobre los que no será tan fácil avanzar. Como la construcción de centrales nucleares para generar energía eléctrica en territorio indio, o la venta de aviones de guerra japoneses.

En todo caso, los protagonistas insisten en que es “la más importante relación bilateral” en todo el continente, sino en el mundo. Ambos países integran de modo permanente el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En ambos casos, China es el principal socio comercial. Lo que se convierte en otra coincidencia: ambos pretenden actuar como contrabalance del crecimiento en el rubro bélico de tan incómodo vecino.

La excelencia de las relaciones bilaterales quedó demostrada a mediados del mes pasado, cuando Shinso Abe estuvo tres días de visita en la India. Además del tren bala, se puso énfasis en la venta de aeroplanos ShinMaywa US-2, de uso militar, especializados en vigilancia y en búsqueda y rescate.

Si se concreta la operación, sería la primera venta japonesa de material bélico al exterior. Por lo pronto, el año pasado, 2015, Japón se unió a los ejercicios bélicos navales Malabar organizados por India y Estados Unidos. Esta decisión muestra las aprensiones de los tres participantes por las intenciones bélicas chinas, la construcción de islas artificiales para reclamar control de los mares circundantes, en especial en el mar del Sur de la China.

Los militares indios están de acuerdo con el actual desarrollo de estos programas. En su visión, el no alineamiento indio se lleva bien con el pacifismo japonés de las últimas décadas. Está claro que India no entrará en ninguna alianza formal. Si la situación lo ameritara, Delhi no iría en auxilio de los japoneses. Ni Tokio en el de los indios. Pero China no tiene la certeza y eso contribuye a generar incertidumbre. Lo único seguro es que ambos amigos podrán compartir información, especialmente el movimiento de barcos chinos en torno al estrecho de Malaca.

Hubo menos conflicto entre estos nuevos amigos, que lo usual con la mayoría de los países de Asia. Pero lo cierto es que durante la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos japoneses fueron detenidos antes de que pudieran ingresar en el subcontinente indio defendido por tropas inglesas y coloniales. Sin embargo, muchos indios estuvieron agradecidos por el refugio brindado a los que luchaban por la independencia del país.

Luego, durante la Guerra Fría, cada país siguió un rumbo diferente. Cuando India, en 1998, ingresó en el club nuclear tras detonar un artefacto nuclear, Japón redujo más sus vínculos.

Pero la historia es muy dinámica, y ninguno de esos antecedentes tiene ya peso alguno. 
Las relaciones comerciales entre ambos países son aún débiles. Aunque la economía india es la séptima del mundo en tamaño, no alcanza a representar 1% de exportaciones, importaciones e inversiones japonesas en el exterior. India se perdió el boom industrial de las últimas décadas en el sudeste asiático; está afuera del Foro Económico de Cooperación Asia?Pacífico; y más recientemente al margen del Tratado Transpacífico que firmaron Estados Unidos, Japón y otros diez estados ribereños del océano. Una jugada pensada para contener la expansión de China. 
Entre los dos nuevos amigos, hay mucha sinergia. Japón tiene el capital, la tecnología y la capacidad gerencial. India un vasto mercado inexplorado, aunque con una burocracia pesada y fastidiosa.

En el caso de cooperación nuclear hay una piedra de tranca. Para construir la central nuclear de generación eléctrica, Japón pide más certezas sobre el programa nuclear indio que el que ya fue dado a Estados Unidos y al Grupo de Proveedores Nucleares (del que Japón es miembro).

 

Zonas para invertir

Las proyecciones que hace un estudio reciente de la Universidad de Harvard indican que India logrará 7,9% de crecimiento del PBI en ocho años. En el mismo período, las proyecciones para China no superan 4,6%.

El Center For International Development (CID) de la Universidad de Harvard dice en su informe que “después de décadas yendo por detrás de su rival económico del norte, India ahora la supera en las proyecciones de crecimiento anual para 2023”.

El Fondo Monetario Internacional coincide. En un informe anuncia que el crecimiento de India llegará este año a 7,5% mientras que el de China se calcula que bajará a 6,8% de 7,4% el año pasado.

Un informe realizado por el McKinsey World Institute, cuyo título en inglés es “India´s economic geography in 2025: States, clusters, and cities” clasifica a los estados sobre la base de su PBI per cápita relativo: muy alto desempeño, alto desempeño, buen desempeño y bajo desempeño. La idea es ayudar a las empresas a comprender cuáles son los estados, regiones y ciudades con más posibilidades de contribuir al crecimiento de India.

El informe descubre que ocho estados entre los de más alto rendimiento representarán 52% del crecimiento incremental del PBI del país entre 2012 y 2025. Junto con cuatro ciudades-estado, también de muy alto desempeño, esos ocho tendrán 57% de las familias consumidoras de India en 2025. La rápida urbanización y el crecimiento del ingreso que viene asociado van a llevar el ingreso per capita de esos estados a niveles similares a los de las naciones de ingresos medios actuales.

 

El clima en India

Una de las mejores expectativas que generó la reunión mundial sobre el clima y el calentamiento global en diciembre pasado, fue que tanto Estados Unidos como China, dos de los más grandes contaminadores del ambiente jugaron un papel protagónico, parecieron listos a comprometerse, y empujaron a otros países más renuentes a asumir fuertes compromisos, con promesas incluso de apoyos económicos.

Hasta India que insistía en que a un país en desarrollo ?que necesita industrializarse o en síntesis, hacer lo que hicieron los desarrollados hace 100 años y que por eso produjeron el actual nivel de contaminación? no se le podían exigir las mismas metas que a los industrializados, se muestra dispuesta a hacer algunas concesiones importantes.

El caso de India es especial: su población crece a tal velocidad que pronto igualará a la China. Su territorio es escenario de terribles sequías, inundaciones gravosas, invasión del mar sobre las costas. Se estima que en 2080, la temperatura habrá subido entre 3 y 5 grados centígrados.

 

Atracción para las tecnológicas

India se ha convertido en el nuevo destino de las tecnológicas estadounidenses. Hace cinco años, esa meca era China, pero hoy India es la economía con el crecimiento más rápido del mundo y las mayores oportunidades.

India ya conduce más búsquedas móviles en Google que cualquier otro país además de Estados Unidos. Sus habitantes representan gran parte del crecimiento de redes sociales como Friendster. Por eso no sorprende que Facebook ya tiene 132 millones de usuarios, solamente detrás de Estados Unidos.

Pero la presencia de Facebook en ese continente es más profunda. WhatsApp, el servicio de mensajería que Facebook compró el año pasado en US$ 22.000 millones, se ha convertido en la aplicación más popular del país, al ofrecer texteo gratis y llamadas gratuitas en un lugar donde mucha gente gana solo unos pocos dólares al día.

Por eso es que Facebook solo está rascando la superficie de India. “Debemos concentrarnos en esos millones de personas que no están conectadas”, dice Kevin D?Souza, jefe de crecimiento y sociedades móviles de Facebook India.

Para llegar a esa gente, Facebook está ofreciendo versiones básicas de su servicio que funcionan con teléfonos simples y redes lentas. Bajo una iniciativa paraguas llamada Internet.org Facebook trabaja también con un operador local de teléfonos celulares para ofrecer un paquete de servicios gratuitos que incluyen noticias, listas de empleos que se ofrecen y versiones solo texto del messenger y su red social, para todos aquellos que no pueden pagar un plan de datos.

 

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