Un invierno corto y una demanda ajustada son las variables que guían este año la política energética

El demorado descenso de las temperaturas estivales casi a las puertas del invierno hizo sacar papel y lápiz otra vez a los administradores de la política energética nacional y vino el primer apagón selectivo a las industrias.

28 mayo, 2008

<p>Llegaron los primeros fr&iacute;os y, a diferencia de a&ntilde;os anteriores, en esta oportunidad no ser&aacute;n s&oacute;lo las restricciones y los cortes las herramientas excluyentes para nivelar la oferta y demanda de energ&iacute;a: en el comando superior de la cartera de Planificaci&oacute;n se tiran proyecciones sobre un aflojamiento en los requerimientos de los grandes usuarios, por un ajuste no declarado de la actividad econ&oacute;mica. <br /><br />Aunque el puntapi&eacute; inicial que dio el ministro Julio de Vido pareci&oacute; ir en la misma direcci&oacute;n que siempre. Replic&oacute; la sentencia pol&iacute;tica: &quot;no hay lugar para los tibios&quot; al bajarle la llave de suministro a tres centenares de empresas, que si literalmente no quedaron heladas fue porque apelaron a los equipos electr&oacute;genos que incorporaron en las plantas para no detener la producci&oacute;n.<br /><br />El todav&iacute;a intenso ritmo de actividad fabril tiene su costo plus: durante el veranito de d&iacute;as pasados, mantenerlo sin paros oblig&oacute; a las compa&ntilde;&iacute;as a cerrar un acuerdo laboral con los metal&uacute;rgicos superior al 30 % y con la llegada de los primeros fr&iacute;os, a apelar a sus usinas port&aacute;tiles que funcionan con combustible caro y escaso tambi&eacute;n con igual prop&oacute;sito.<br /><br />En todo este tiempo, el barco regasificador contratado por Enarsa y tra&iacute;do por Repsol para cubrir los primeros faltantes del fluido a&uacute;n no logra atracar en el puerto de Bah&iacute;a Blanca. <br /><br />Deb&iacute;a haber arribado ayer, pero no lo har&aacute; hasta pasado ma&ntilde;ana porque faltaban ajustes para recibirlo en el muelle de la petroqu&iacute;mica Mega. De este modo, de hecho se posterga hasta el comienzo del invierno la inyecci&oacute;n portuaria de 8 millones de metros c&uacute;bicos de gas, ya que el per&iacute;odo de adaptaci&oacute;n para hacerlo operar requiere m&aacute;s de una semana de ajustes t&eacute;cnicos in situ.</p><p>La rueda ya conocida en el men&uacute; energ&eacute;tico ech&oacute; a andar: falta gas, por ende la luz y as&iacute; se llega a la otra barrera, la del gasoil como insumo el&eacute;ctrico. <br /><br />Cammesa, la mayorista el&eacute;ctrica coordinada directamente por De Vido, subi&oacute; a pleno la palanca de las centrales hidroel&eacute;ctricas para que generen 3.147 megavatios en forma estable durante todo el d&iacute;a, m&aacute;s un refuerzo de 3.800 megavatios en el horario pico. Por eso, las bombillas pudieron haber pesta&ntilde;eado algo pero siguieron alumbrando.</p><p>Yacyret&aacute; provey&oacute; m&aacute;s de 1.800 megavatios; Piedra del Aguila, 1.300 megavatios parejitos en toda la jornada, desde Brasil se trajeron 850 megavatios; y se apel&oacute; a El Choc&oacute;n y Alicur&aacute; en el pico de demanda.<br /></p>

<p><br /><strong>Se viene el invierno</strong></p><p>El cuadro de situaci&oacute;n que recibi&oacute; De Vido no es demasiado alentador para un invierno que reci&eacute;n se esboza. Daba cuenta que ni las lluvias que cayeron sobre Neuqu&eacute;n las represas del Comahue consiguieron recuperar el nivel del embalse. S&oacute;lo subi&oacute; un metro en Alicur&aacute; y de 60 a 70 cent&iacute;metros en Piedra del &Aacute;guila y El Choc&oacute;n. Tampoco la represa de Salto Grande recuper&oacute; el nivel del embalse. <br /><br />Para completar el panorama, de las centrales nuevas, la ubicada en Campana no oper&oacute; ayer por falta de gas y demorar&iacute;an un mes las pruebas para que funcione a gasoil. Al menos el transporte del combustible ya est&aacute; organizado para cuando las turbinas est&eacute;n listas. Algo similar sucede con la usina instalada en Timb&uacute;es, donde no se iniciaron las pruebas para que funcione a gas. <br /><br />La temporada repite el monitoreo diario de la oferta de energ&iacute;a y la interacci&oacute;n de las distintas fuentes, encomend&aacute;ndose tanto administradores como usuarios a que el clima acompa&ntilde;e la escasez y limite los rigores a un per&iacute;odo m&aacute;s corto.<br /><br />La demanda industrial de energ&iacute;a tambi&eacute;n se ha ido acomodando a estos avatares, no s&oacute;lo mediante la compra de equipos para autoabastecerse, sino adecuando los planes de producci&oacute;n a una curva de la oferta discrecional. En enero se advirti&oacute; que muchas plantas trabajaron a pleno aprovechando las vacaciones administrativas que liberan una parte del consumo energ&eacute;tico. Ahora se repite ese &quot;anticipo&quot; para no mezclar la necesidad de las m&aacute;quinas para funcionar con la humana de calefaccionarse.<br /><br />Por m&aacute;s que el gobierno sacara un cuadro tarifario con un corte en los 1000 kwh, a partir del cu&aacute;l se cobrar&iacute;a un 30% de aumento en vez del 15%, el efecto retractivo en el uso del servicio domiciliario reci&eacute;n podr&iacute;a empezarse a notar despu&eacute;s que pase la ola fr&iacute;a. <br /><br />Pero el gobierno alterna anuncios de futuras fuentes de suministro con la sensaci&oacute;n cotidiana de escasez. La presidenta presidi&oacute; ayer la firma de la construcci&oacute;n de una central hidroel&eacute;ctrica en Neuqu&eacute;n que demandar&aacute; una inversi&oacute;n de m&aacute;s de USS $1.000 millones, as&iacute; como hace poco hab&iacute;a hecho lo mismo con otra represa mayor en Santa Cruz por m&aacute;s de US$ 3.000 millones. <br /><br />La central de Chihuido fue rescatada despu&eacute;s de estar m&aacute;s de 15 a&ntilde;os archivados los pliegos y se licitar&aacute; en 30 d&iacute;as. Su construcci&oacute;n comenzar&aacute; en enero pr&oacute;ximo. Otro de sus efectos ser&aacute; prevenir las c&iacute;clicas crecidas del r&iacute;o Neuqu&eacute;n, que acaban de provocarle a la provincia da&ntilde;os por crecidas e inundaciones que rondan los $100 millones. <br /></p>

<p><strong>Petroleras<br />
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Mientras el gobierno deshoja la margarita, con tiempos pol&iacute;ticos que s&oacute;lo la c&uacute;pula conoce, para ver cu&aacute;ndo aplica la modificaci&oacute;n de las retenciones petroleras, la mesa de combustibles sigue alterada por las distintas interpretaciones que los jugadores tienen de la resoluci&oacute;n dictada en noviembre que rige los derechos de exportaci&oacute;n para el sector. <br />
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El resultado de esta confusi&oacute;n es que desde hace seis meses petroleras y refinadoras no se ponen de acuerdo en los precios y, para colmo, el incesante incremento de la cotizaci&oacute;n internacional del crudo aleja a&uacute;n m&aacute;s el cierre de tratos que aseguren el normal abastecimiento de las plantas.<br />
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Se toma como punto de partida una cotizaci&oacute;n internacional del petr&oacute;leo y derivados de la variedad West Texas Intermediate (WTI) que se negocia en el mercado de Nueva York. <br />
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Y de ah&iacute; surge un tope denominado &quot;valor de referencia&quot; de US$ 60,9 el barril para que al productor le toquen US$ 42. El problema es que el precio internacional se fue a m&aacute;s del doble de esa marca y sigue en alza.<br />
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La diferencia es una &quot;oportunidad&quot; que resigna el petrolero en la provisi&oacute;n interna y en ese enorme gap es donde empiezan a ponderarse todas las letras chicas: por ejemplo, que ese c&aacute;lculo no considera los descuentos por menor calidad al WTI que tiene el crudo argentino que se exporta. De ese modo, los termina absorbiendo el productor, al tomarse la cotizaci&oacute;n publicada por la Secretar&iacute;a de Energ&iacute;a y no la efectivamente aplicada a la operaci&oacute;n. <br />
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El otro enfoque distinto entre productores y refinadores que dependen de su suministro, como Shell y Esso, es que para los primeros los US$ 42 fijados deber&iacute;a ser un b&aacute;sico sobre el que luego se apliquen plus por calidad, mientras que para las industrias dependientes funciona como m&aacute;ximo, desde el cual deber&iacute;an practicarse los descuentos por menor calidad al WTI.<br />
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Dos semanas atr&aacute;s, el promedio local era de US$ 39 aunque con forceps, pero el paro en Santa Cruz oblig&oacute; a YPF a salir a comprarle crudo a Pan American Energy y pagarle US$ 42. <br />
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Esso finalmente se avino a desembolsar hasta US$ 47 por la calidad del Medanito de Chevron, cuando ten&iacute;a el barco esperando en el puerto para cargar sus productos de exportaci&oacute;n, que son los que aseguran rentabilidad a su operaci&oacute;n en el pa&iacute;s. El poder de negociaci&oacute;n de la filial norteamericana es el m&aacute;s d&eacute;bil del mercado local, debido a que normalmente tra&iacute;a del exterior la materia prima a refinar y, en consecuencia, las petroleras que operan en el pa&iacute;s se lo hacen notar cada vez que les toca el timbre. Al final, se abastece a US$ 42.<br />
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En el runr&uacute;n de plaza, el haber reconocido un valor como ese en los crudos pesados que usa en su planta de convalidar&iacute;a las pretensiones de los proveedores, lo cual deja a Shell como la que m&aacute;s ha enfrentado a su competidora. La angloholandesa, que refina petr&oacute;leo m&aacute;s liviano, viene pagando alrededor de US$ 39. <br />
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La situaci&oacute;n real a la que se lleg&oacute; con estos niveles es que los US$ 42 que cotiza, algunos casos, la provisi&oacute;n interna supera a los que perciben los productores por sus exportaciones. Ello en raz&oacute;n de que terminan descont&aacute;ndoles a los importadores la inferior calidad del est&aacute;ndar internacional. <br />
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Los extractores de petr&oacute;leo que venden a las refinadoras cuentan, para mejorar su posici&oacute;n negociadora, con la aquiescencia de las provincias en las que tienen los pozos, ya que tienen atadas las regal&iacute;as al mejor valor que obtengan. <br />
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Y dentro de este panorama de tope de referencia es Shell la que se siente m&aacute;s vulnerable, porque necesita del crudo liviano para abastecer su refiner&iacute;a, en tanto que Esso utiliza el pesado que le confiere mayor margen para el tironeo.<br />
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Lo cierto es que m&aacute;s all&aacute; de esta relaci&oacute;n de fuerzas en el plano competitivo, el riesgo es que se afecte el abastecimiento de gasoil, en momentos en que la siembra m&aacute;s lo requiere y el faltante de gas, con su incidencia en la oferta el&eacute;ctrica, lo torna imprescindible en las usinas privadas.</p>
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