<p>Los jefes de la diplomacia europea ya están en Estocolmo. En cuanto al segundo referendo en Dublin, está previsto para el viernes 2 de octubre y recientes sondeos revelan un público aun más remiso a votar que en el primero.<br />
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“Debemos ser cautos y no hacernos ilusiones. Será una campaña singularmente dura”. Así advierte el canciller irlandés, Michael Martin, para quien el mayor riesgo no es tanto un voto negativo, sino una alta abstención. Por ejemplo, una encuesta del Irish Times señala que el sí perdería 8% de su nivel anterior por deserción de electores.<br />
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No obstante, el sí mantiene 46% de caudal, pero los indecisos suben a 25% y a 29% los no. Por ejemplo, el nuevo presidente polaco, Jerzy Buzek, exhortó a los irlandeses a no convertir el voto en medio para protestar contra el gobierno. No obstante, en la isla verde se teme que una mayor influencia de Bruselas –por la eventual unificación de la Unión Europea- se traduzca en mayores impuestos.<br />
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También pesa la iglesia católica más reaccionaria de la región, junto con la italiana. Su peso explica que, en algunos sondeos, la gente asocie la UE al aborto, el divorcio y las uniones homosexuales. Curiosamente –o no- en Irlanda ha habido varios escándalos por abusos de chicos a manos de religiosos</p>
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UE: al fin ¿qué pasa con el tratado constitucional?
En vísperas de otra reunión de cancilleres, el tema de la unificación ni siquiera se menciona en la agenda oficial de la Unión Europea. Se cierne nuevamente la sombra de un rechazo irlandés y se tambalea el tratado de Lisboa.