sábado, 14 de diciembre de 2024

Era hora: el Ecofin afronta derivados y pagos abusivos

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Encabezado por el presidente de turno, el sueco Anders Borg, los principales ministros de hacienda de la Eurozona piden al G-20 normas severas contra excesos. Pero Luxemburgo y Holanda se muestran tan reticentes como, desde fuera, Gran Bretaña.

<p>En Bruselas se encontraron el citado Borg, Christine Lagarde (Francia), Peer Steinbr&uuml;ck (Alemania), Giulio Tremonti (Italia), Elena Salgado (Espa&ntilde;a), Bouter Bos (Holanda) y Jean-Claude Juncker (Luxemburgo). Al respecto, hay una contradicci&oacute;n: faltan econom&iacute;as m&aacute;s chicas de la zona (Portugal, Irlanda, Grecia, Dinamarca, Eslovenia, Austria, B&eacute;lgica, etc.), pero figura Suecia, que no adhiere al euro.<br />
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En 2008, la ca&iacute;da de Bear Stearns y Lehman Brothers &ldquo;provoc&oacute; una crisis financiera sin precedentes. De la noche a la ma&ntilde;ana, debimos poner en discusi&oacute;n convicciones arraigadas sobre la estabilidad de nuestras instituciones&rdquo;. As&iacute; arranca el documento final subscripto por siete ministros de econom&iacute;a o hacienda (Ecofin), con vistas a la reuni&oacute;n del grupo de los 20 (24 y 25 de este mes).<br />
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&ldquo;Ahora conocemos las causas. Si bien originada en el derrumbe inmobiliario norteamericano, la crisis sist&eacute;mica se debe al abuso de instrumentos derivativos, la falta de una gesti&oacute;n de riesgos adecuada y de l&iacute;mites a operadores codiciosos, por dem&aacute;s remunerados&rdquo;. Estos factores explican tantos rescates apelando a dinero del contribuyente, por ejemplo en Estados Unidos, Gran Breta&ntilde;a, Islandia, Irlanda, Estonia y Letonia.<br />
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&ldquo;Hemos aportado un total mundial superior a cinco billones de d&oacute;lares, seg&uacute;n calcula el Fondo Monetario Internacional&rdquo;. A criterio del Ecofin, &ldquo;hubo una cooperaci&oacute;n global sin precedentes, que distingue esta crisis de la sufrida en los a&ntilde;os 30. En abril, el G-20 (85% del producto bruto mundial) se junt&oacute; en Londres para definir futuras reglas sobre mayor transparencia e imponer conductas responsables a los actores y sus intereses creados&rdquo;, apunta el documento de Bruselas.<br />
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Hoy &ldquo;el fin de las turbulencia parece cerca, pero es demasiado temprano para cantar victoria&rdquo;. Por eso mismo, &ldquo;ha de evitarse que ciertos especuladores financieros persistan en sus malas costumbres. Muchos banqueros, salvados con fondos p&uacute;blicos, parecen creer que los buenos resultados contables del primer semestre les permiten proseguir con sus comportamientos previos a la crisis&rdquo;.<br />
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Esas actitudes, subraya el documento, &ldquo;son peligrosas, incorrectas e inaceptables. Resultan una provocaci&oacute;n social mientras el desempleo no cede en las principales econom&iacute;as&rdquo;. Ir&oacute;nicamente, entre quienes firman figuran Luxemburgo, &ldquo;off shore&rdquo; regional, y Holanda, adalid del negocio bancario puro.<br />
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Por tanto, el Ecofin solicita al G-20 aplicar las recomendaciones de Londres y, ahora en Pittsburgh, &ldquo;definir severos par&aacute;metros para la remuneraci&oacute;n de operadores financieros privados&rdquo;. O sea, los bonos no podr&aacute;n garantirse por m&aacute;s de un a&ntilde;o o un ejercicio contable. Adem&aacute;s, deber&aacute;n reflejar los resultados netos de cada entidad. &ldquo;Continuando los esfuerzos iniciados el 2 de abril &ndash;termina el documento- es preciso encarar los para&iacute;sos fiscales extraterritoriales y poner fin a la cultura de las bonificaciones&rdquo;. <br />
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