Tras el viernes negro italiano, cita europea
Todos aguardan para este lunes la reapertura de los mercados y la enésima cita del Eurogrupo (diecisiete países de la zona) con el Ecofin. Vale decir, los veintisiete ministros de economía o hacienda de la Unión Europea. Meta: bloquear contagios.
<p>Por las dudas, François Baron –sucesor de Christine Lagarde en hacienda- sostenía este fin de semana- que “Francia no presenta peligro de contagio”, Por el contrario, analistas estadounidenses, británicos y españoles temen, como Paul Krugman (Nobel 2008), que “nos hallemos ante una crisis en espiral capaz de sacudir el núcleo de la Eurozona”.<br />
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Esto implica trascender la periferia crítica (Grecia, Portugal, Irlanda) y salpicar España, Bélgica e Italia. En otras palabras, el fantasma de la “insolvencia soberana” se cierne sobra buena parte de quienes se juntan en Bruselas el lunes. Su propósito: “buscar nuevos esquemas para sacar de aprietos a Atenas y Lisboa”.<br />
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Así indica la agencia prevista para el nuevo encuentro Eurogrupo-Ecofin. Al respecto, varios expertos independientes en Francfort, Londres y París se preguntan qué sentido práctico tiene convocar a dos entidades yuxtapuestas. Máxime porque el Ecofin sólo se diferencia por contar con diez miembros ajenos al Eurogrupo. Ninguno de ellos –salvo Suecia- tiene peso para influir mañana. Se sabe que Estocolmo tiene obsesión por el perfil bajo y su inexpugnable corona.<br />
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Sea como fuere, la súbita irrupción de una crisis italiana –que Francia niega- agrega presiones sobre un euro inestable y ha alterado el temario real del inminente cónclave. Sin duda asustados por lo del viernes, los puntales de la comisión europea se abroquelan alrededor de Grecia, Portugal (que siguen en problemas), Italia y, quizás, España.<br />
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Pero esa situación involucra a Estados Unidos, quiéralo Barack Obama o no. Su refriega con los legisladores republicanos subraya riesgos de insolvencia en la mayor economía del mundo. Insistiendo en la necesidad de elevar el techo del endeudamiento federal antes del 2 de agosto, el presidente fue terminante el sábado. “No podemos permitirnos –reiteró- el primer cese de pagos en la historia norteamericana, mientras la recuperación económica sigue frágil”. Pocas veces un presidente sonó a “pato rengo” tan temprano en el primer mandato.</p>
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