Tiren contra Silvani

Machinea abre tres frentes de tormenta. Apunta a aumentar la edad jubilatoria de las mujeres, se prepara a encarar la reforma administrativa y pretende poner en caja a los gobernadores.

9 mayo, 2000

El ministro de Economía encara la dura necesidad de cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional, cuyo abrazo para algunos parece más bien el apretón de una anaconda amazónica.

En el trance de reducir el déficit fiscal y poner transparencia a las cuentas, José Luis Machinea abrirá tres frentes conflictivos:

·Elevar paulatinamente a las mujeres la edad de jubilación: de 60 a 65 años y eliminar, entre otras medidas, la cantidad de pensiones no contributivas que los legisladores distribuyen a discreción, por el término de 10 años, a personas teóricamente necesitadas. Se han detectado innumerables abusos.

·Reajustar -una vez más- la administración pública mediante un plan de retiros voluntarios y eventuales cesantías hasta alcanzar la disminución de los planteles en 3000 agentes. El temor al incierto futuro de la ocupación genera creciente resistencia en los presuntos candidatos al retiro. Las entidades gremiales se aprestan a la batalla, aprovechando una nueva bandera de lucha.

·Acordar con los gobernadores de provincia la reducción de los gastos y la racionalización de las estructuras administrativas. Machinea esgrime argumentos valederos: los excesos cometidos en varias provincias con los gastos, incluyendo sueldos de funcionarios, dietas de legisladores y jubilaciones de privilegio.

No le será fácil lograr un acuerdo definitivo. Rige uno de carácter provisorio que garantiza a los gobernadores un mínimo de ingresos mensuales que la Nación debe pagar cualquier sea el nivel de la recaudación de impuestos Una cláusula firmada cuando se barajaban las rosadas previsiones sobre los ingresos fiscales. La realidad es que disminuyeron 0,6% en el primer cuatrimestre. Con lo que el déficit del fisco se acrecentó en unos $ 160 millones en este lapso.

Así como Granillo Ocampo se convirtió en el “chivo emisario” del menemismo, en el campo financiero todo indica que lo será Carlos Silvani, cuya renuncia al mecanismo recaudador recurre insistentemente los corrillos políticos. Donde también se insinúa, con menor contundencia, que Fernando De la Rúa encara una próxima reforma ministerial. Machinea sería substituido por otro economista radical, Ricardo López Murphy. También se definiría la permanencia de Graciela Fernández Meijide.

El Presidente de la República está obligado a mostrar velocidad de reflejos y borrar la imagen de inercia que le achacan muchos críticos a su gestión

El ministro de Economía encara la dura necesidad de cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional, cuyo abrazo para algunos parece más bien el apretón de una anaconda amazónica.

En el trance de reducir el déficit fiscal y poner transparencia a las cuentas, José Luis Machinea abrirá tres frentes conflictivos:

·Elevar paulatinamente a las mujeres la edad de jubilación: de 60 a 65 años y eliminar, entre otras medidas, la cantidad de pensiones no contributivas que los legisladores distribuyen a discreción, por el término de 10 años, a personas teóricamente necesitadas. Se han detectado innumerables abusos.

·Reajustar -una vez más- la administración pública mediante un plan de retiros voluntarios y eventuales cesantías hasta alcanzar la disminución de los planteles en 3000 agentes. El temor al incierto futuro de la ocupación genera creciente resistencia en los presuntos candidatos al retiro. Las entidades gremiales se aprestan a la batalla, aprovechando una nueva bandera de lucha.

·Acordar con los gobernadores de provincia la reducción de los gastos y la racionalización de las estructuras administrativas. Machinea esgrime argumentos valederos: los excesos cometidos en varias provincias con los gastos, incluyendo sueldos de funcionarios, dietas de legisladores y jubilaciones de privilegio.

No le será fácil lograr un acuerdo definitivo. Rige uno de carácter provisorio que garantiza a los gobernadores un mínimo de ingresos mensuales que la Nación debe pagar cualquier sea el nivel de la recaudación de impuestos Una cláusula firmada cuando se barajaban las rosadas previsiones sobre los ingresos fiscales. La realidad es que disminuyeron 0,6% en el primer cuatrimestre. Con lo que el déficit del fisco se acrecentó en unos $ 160 millones en este lapso.

Así como Granillo Ocampo se convirtió en el “chivo emisario” del menemismo, en el campo financiero todo indica que lo será Carlos Silvani, cuya renuncia al mecanismo recaudador recurre insistentemente los corrillos políticos. Donde también se insinúa, con menor contundencia, que Fernando De la Rúa encara una próxima reforma ministerial. Machinea sería substituido por otro economista radical, Ricardo López Murphy. También se definiría la permanencia de Graciela Fernández Meijide.

El Presidente de la República está obligado a mostrar velocidad de reflejos y borrar la imagen de inercia que le achacan muchos críticos a su gestión

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